Los cuidados que se brindan al niño en sus primeros meses de vida podrían garantizar una dentadura saludable en la infancia y la adolescencia. La calidad de alimentación y cuidados que tienen las madres durante el periodo de gestación determinará la salud dental y la calidad de los dientes que tengan los niños.

Durante el periodo de embarazo, las bacterias que producen las caries pueden correr al torrente sanguíneo y llegar al feto. Por este motivo se hace necesario el cuidado dental de la embarazada.

Desde el nacimiento del niño, se debe verificar que la boca este saludable, que no haya irritaciones, malformaciones de los maxilares y tejidos blandos o incluso algún diente prematuro.

Cuando los niños alcanzan la edad suficiente para que completen su primera dentición, es necesaria una visita al odontopediatra para que le sea realizada una revisión y verificar que no haya caries, presencia de alguna enfermedad de tejido blando o mal aliento. Los alimentos ricos en azúcares son los enemigos número uno de los dientes; es necesario observar la dieta que llevan los niños para evitar el consumo excesivo de azúcares, no dejar que vayan a la cama con el biberón en la boca y que se duerman con él.

Es responsabilidad de los padres la higienización bucal de los niños en edad temprana. Hasta los doce meses de edad se pueden auxiliar de una gasa estéril para eliminar los residuos de alimentos de los dientes, encía y lengua, también existen cepillos para niños que son manipulados por los padres para realizar este tipo de limpieza.

A partir de los doce meses de edad ya se puede usar crema dental y los padres deben comenzar a orientar a los niños sobre el hábito de higiene bucal, que conozcan el cepillo dental, que jueguen con él, que adquieran el conocimiento y sepan para qué se usa. El cuidado aumenta cuando los niños comienzan el proceso de cambio de dientes temporales (de leche) por permanentes. De la salud que tengan los dientes temporales va a depender que los dientes permanentes se encuentren sanos cuando hagan su proceso de erupción. Cuando se presenta este proceso de recambio los dientes temporales presentan movilidad, lo que indica que esa pieza está lista para ser removida, y si no se extrae a tiempo el diente permanente saldrá en mala posición; es entonces cuando se presentan los problemas de oclusión (mordida).

Cuando el diente se exfolia a destiempo, ya sea por algún trauma (caída, golpe), se debe visitar al odontopediatra para que se evalúe si el germen del diente permanente no sufrió daños y qué tiempo falta para la erupción de esos dientes en boca. En estos casos se evaluará el problema de oclusión que esté presente y se determinará si será necesario el uso de algún aparato, ya sea para tratar la mal oclusión, o para mantener ese espacio dejado por el diente que se exfolió a destiempo, entre otros. Consúltenos en info@odontodom.com.