Los cambios del clima se han estado manifestando de manera tangible por medio del calentamiento global y consecuencias inmediatas que están alterando factores muy influyentes en el ritmo de nuestras vidas. Y aunque nuestra condición de isla nos hace altamente vulnerables, no se percibe que estemos tomando las previsiones necesarias para adaptar la sostenibilidad de nuestros medios de vida a estas transformaciones tan evidentes y preocupantes.
El PNUD, que maneja mucha información sobre esta materia, advierte que el cambio climático es un riesgo “fenomenalmente importante” para el desarrollo de este país. Por ejemplo, el crecimiento de los niveles de los océanos por el aumento de las temperaturas y la abundancia de algas marinas amenaza nuestras poblaciones costeras y ya han causado enormes pérdidas al turismo en muchos sitios del mundo. Y las sequías severas ponen en riesgo la disponibilidad de agua y la agropecuaria.
El país tiene que prevenir y no esperar a tener que actuar por emergencia. Tenemos que trazar pautas para adaptar la producción agropecuaria, mantener arborizadas las cuencas de los ríos y las montañas, ahorrar agua, construir presas, represas y lagunas para reducir la fuga de este líquido hacia el mar y disminuir la generación de gases de invernadero. Tenemos que movernos al ritmo del cambio climático.

Restricciones preocupantes

El acceso de la prensa a las informaciones sobre casos en manos de instancias del Ministerio Público ha sido restringido drásticamente. Una serie de decisiones de la Procuraduría General de la República ha puesto distancia entre los comunicadores sociales y funcionarios que tienen en sus manos sonados casos de corrupción. Es preocupante que ocurran cosas como estas en perjuicio del flujo de información que debe ser de dominio público por las vías ordinarias.
En un país en que hay leyes específicas para proteger tanto la libertad de acceso como la de difusión de la información pública, es preocupante que se llegue a extremos como los que motivan nuestro comentario. Creemos prudente que se revisen estas restricciones y que el acceso a la información se normalice.