Retrasar un poco más los años, la edad o lo que es lo mismo las señales de vejez, es una preocupación que suele empezar a partir de los 40 o 50 años. Sin embargo, antes de esa edad nadie, o casi nadie, piensa en usar tratamientos de última generación para prevenirla.
A juicio del experto dermatólogo mexicano Francisco Pérez Atamoros, si se empieza temprano, entre los 25 y 30 años, “no habrá tiempo” de exhibir los signos de la edad, porque se estarían previniendo.
Este doctor, que tiene más de 35 años de experiencia, visitó la redacción de ¡Vivir! previo a la actividad “Un día con el doctor Francisco Pérez Atamoros”, realizada el pasado sábado 23 de este mes, en donde habló sobre los más novedosos tratamientos de última generación para lucir un rostro y un cuerpo joven y hermoso.
El especialista de la dermatología, puso de manifiesto por segunda vez en la República Dominicana su vasta experiencia durante este encuentro con dermatólogos, cirujanos plásticos y esteticistas criollos, a quienes presentó las novedades en cuanto a rejuvenecimiento para rostro, brazos, piernas, cuello, busto y demás partes del cuerpo.
El doctor Pérez Atamoros, quien vino al país invitado por la firma Skin Service Import S. R. L., defiende el uso de los tratamientos de rejuvenecimiento, siempre que sean respaldados científicamente y aplicados por un profesional que también esté certificado.
Pérez Atamoros considera como un mito la creencia de que todo el que se aplica toxina botulínica o “fillderm” a largo plazo tendría un rostro o un cuerpo “deformado”.
Explica que lo importante en todo tratamiento es hacer primero un diagnóstico de lo que requiere cada paciente. “Somos buenos médicos cuando hacemos un diagnóstico, porque es partiendo de ahí que los resultados serán eficientes”, reiteró.
“En medicina el miedo es ignorancia, estos tratamientos tienen el 90 % de garantía con un margen de error de solo el 10 %; ahora bien, hay ‘médicos’ charlatanes que aplican de todo como botulina, hasta aceite de cocina, silicona…, concluye el especialista.