En esta temporada de fin de año, así como en la que recién finalizó de cena de Nochebuena es común encontrar una gran cantidad de alimentos, que por desconocimiento se mezclan incorrectamente entre sí; seguramente fuiste uno de los que cayó en esta trampa y estás sufriendo en carne viva sus estragos: gastritis, problemas intestinales, sensación de digestión pesada, reflujo y tantas otras. Trata de no comer frutas después de las comidas, si las deseas tómalas al menos una hora antes de la cena, procura no mezclar las carnes con salsas de dudosa procedencia o que ya estén frías y no tomes refrescos con las comidas.
Una sana manzana
La manzana tiene múltiples beneficios, pero dentro de estos destacan que esta fruta contiene taninos, que son compuestos responsables de la sensación ligeramente áspera que genera este fruto en el paladar, pero que a la vez limpian y desinflaman la mucosa intestinal , por lo que resultan eficaces en el tratamiento general de padecimientos del sistema digestivo.
Las frescas fresas
Las fresas poseen más cantidad de vitamina C que muchos cítricos. Constituye el complemento ideal para acabar con broche de oro una suculenta comida, ya sean solas, con nata, con leche o en postres más elaborados. Además, tienen un importante valor industrial, pues se utilizan para elaborar productos como batidos, helados, mermeladas, yogures y gelatinas. A la hora de consumir esta fruta es importante que la consumas poco después de comprarla. Este alimento constituye una importante ayuda en las dietas de adelgazamiento.Tiene un excelente sabor y es ligera, ya que el 85% de su composición es agua.De hecho, su aporte calórico es muy escaso: sólo 37 calorías por cada 100 gramos de fruta.Las fresas son ricas en agua, son diuréticas, excelentes para perder peso.