El Vaticano.- La primera dama de la República, Cándida Montilla de Medina, definió hoy como un encuentro histórico para la humanidad y de manera especial para la feligresía católica, el acto de canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II, al que asistió presidiendo la delegación dominicana, designada mediante decreto.
Dijo que cumplió con la misión encomendada por su esposo, el presidente Danilo Medina, de expresar sinceros votos por la prosperidad de la Santa Sede y por la ventura personal de su santidad, Papa Francisco, con quien conversó, acompañada de los demás delegados, el embajador Víctor Grimaldi y el ex diplomático Víctor Gómez Bergés.
Montilla de Medina fue una de las pocas personalidades que pudo saludar personalmente al primer papa latinoamericano, lo que aprovechó para invitarlo a visitar el país, recordándole que el hoy Santo Juan Pablo II estuvo en República Dominicana en tres oportunidades.
“Vamos a ver, vamos a ver”, respondió sonriente el papa Francisco, quien reiteró a la Primera Dama y al pueblo dominicano la petición que les hizo cuando asumió el pontificado, en marzo del pasado año, 2013, para que “oren por mí”.
Expresó que la presencia de la delegación dominicana, además, tuvo el propósito de mantener, fortalecer y estrechar las buenas relaciones de amistad entre la nación y la Santa Sede.