La Habana.– El restablecimiento diplomático entre Cuba y EEUU cumplirá esta semana su primer aniversario con un diálogo bilateral fluido, aunque en medio de una delicada coyuntura económica en la isla, cuyos ciudadanos siguen esperando tras el deshielo mejoras tangibles en su complicado día a día.
La reapertura de embajadas en La Habana y Washington, el 20 de julio de 2015 marcó un hito fundamental en la historia de los antiguos enemigos e impulsó “un proceso de construcción de confiabilidad que avanza”, señaló a Efe el analista y exdiplomático cubano Carlos Alzugaray.
En su opinión, uno de los principales avances en la compleja etapa de “normalización” de relaciones que se inició tras el restablecimiento diplomático es “el diálogo cada vez más intenso y más constructivo entre ambos gobiernos».
Un año después de la reapertura de embajadas, la isla y su poderoso vecino han logrado consolidar un fluido contacto intergubernamental cuyos principales frutos han sido el acuerdo para el retorno de los vuelos regulares a la mayor de las Antillas, que comenzarán el próximo otoño, o el restablecimiento del servicio postal directo.
El deshielo ha propiciado también los primeros convenios empresariales en materia de telecomunicaciones para “roaming” de tráfico de voz, el inicio de cruceros regulares desde EEUU, e incluso el desembarco de una empresa norteamericana en el sector turístico, en concreto, la cadena “Starwood”, que ya ha comenzado a gestionar un hotel en La Habana en asociación con la empresa estatal cubana Gaviota.
Ese proceso de “normalización” no está exento, sin embargo, de grandes escollos como el embargo a la isla, que sigue vigente, el reclamo de Cuba sobre la devolución de los terrenos que ocupa la Base Naval de Guantánamo o las diferencias sobre derechos humanos y libertades.
Uno de los hitos históricos del primer año de reapertura de embajadas fue la visita, el pasado marzo, del presidente de EEUU, Barack Obama, a la isla, que sirvió para apuntalar la nueva era de relaciones y que el mandatario norteamericano aprovechó para apostar por el futuro, la reconciliación y la apertura.