San José. AFP .La socialdemócrata Laura Chinchilla se convirtió ayer en la primera mujer en llegar a la presidencia de Costa Rica prometiendo gobernar con «humildad, honestidad y firmeza».
Vestida con un sobrio traje de seda blanco, Chinchilla recibió la banda presidencial que momentos antes había lucido su mentor político y premio Nobel de la Paz, el ahora ex mandatario Oscar Arias, de manos del presidente de la Asamblea Legislativa, Luis Gerardo Villanueva.
En su primer discurso, esta politóloga de 51 años y madre de un hijo adolescente prometió que durante los próximos cuatro años su bandera será la ética, la transparencia, la familia, el esfuerzo personal y el «liderazgo moral».
«Mi gobierno será de todas y de todos», dijo esta especialista en seguridad, resaltando la política del diálogo con todas las fuerzas políticas.
En un gesto poco usual, invitó a todos los candidatos que compitieron con ella en las elecciones en las que resultó vencedora el 7 de febrero y a representantes de las siete provincias del país. La seguridad, la educación y el desarrollo tecnológico serán algunas de las prioridades en los próximos cuatro años, anunció Chinchilla que estará flanqueada en su gobierno por el banquero Luis Liberman y el ambientalista Alfio Piva en las dos vicepresidencias que tiene Costa Rica. «Trabajaremos por una Costa Rica más próspera y competitiva» y «más verde», dijo. «Lo próspero compartido por todos, lo verde, protegido por todos», precisó la nueva presidenta, quien nada más juramentar a su gobierno decretó una moratoria de la minería metálica a cielo abierto, poniendo fin a la polémica autorización de su predecesor. En política internacional, Chinchilla, del Partido Liberación Nacional (PLN, centro-izquierda), se ha comprometido a dar prioridad a la integración regional.
Las frases
Laura Chinchilla
Trabajaremos por una Costa Rica más próspera y competitiva» y «más verde»
Lo próspero compartido por todos, lo verde, protegido por todos»
Vivimos un periodo de hondas mutaciones y profundos desafíos, dijo la flamante mandataria.
La ceremonia
Unos 5,800 costarricenses, así como presidentes de todos los países centroamericanos, Colombia, Ecuador, México y Georgia, y el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, entre 65 delegaciones, participaron en la ceremonia al aire libre en el Parque de la Sabana.
Estados Unidos estuvo representado por su embajadora ante la ONU, Susan Rice, y China, con el que Costa Rica estableció relaciones diplomáticas en 2007, por la ministra de Población y Planificación Familiar, Li Bin.
En algo impensable en la mayoría de los países de la región, Arias, artífice de la pacificación centroamericana en los años 80, recorrió a pie, flanqueado por sus ministros, los 700 metros que separan su vivienda de la tribuna donde Chinchilla empezó a escribir una nueva página de la democracia más antigua y sólida en Centroamérica.
Al menos cinco personas que se manifestaban contra proyectos que la nueva presidenta hereda del Gobierno anterior fueron detenidos cuando intentaban romper el cordón policial que protegía el recinto acotado para la ceremonia, informó la Fuerza Pública.
En una sesión aparte, Chinchilla juramentó a sus ministros para luego efectuar su primer consejo de gobierno, del cual surgieron varios decretos, entre esos una moratoria a la minería metálica de oro a cielo abierto. Nos debemos a los costarricenses, la idea (con los decretos) era enviar un mensaje sobre los temas prioritarios, aunque la tarea no se queda aquí, apuntó.