Reina Margarita Núñez Infante, acusada de estafar al Ministerio de Educación con RD$47 millones, se convirtió ayer en la primera privada de libertad en ejercer el voto electoral en la historia dominicana.

A las 11:00 de la mañana le capturaron las huellas digitales y votó en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Mujeres. Ataviada con un suéter verde y pantalón jeans azul, esta mujer sentó el precedente del voto penitenciario.

Núñez Infante lleva 8 meses en coerción de un año.

Es la primera vez que se ejerce en el país el voto penitenciario, con la participación en la cárcel de Najayo de 45 mujeres y 86 hombres, quienes cumplen prisión preventiva. Los detenidos solo pudieron elegir el cargo presidencial.

El proceso fue en presencia del presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Roberto Rosario; el juez de la Ejecución de la Pena de San Cristóbal, Willy de Jesús Núñez; el director del Nuevo Modelo Penitenciario, Ismael Paniagua; el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Manuel María Mercedes; el director ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia, Servio Tulio Castaños Guzmán, y cinco observadores de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Rosario señaló que el sufragio electoral penitenciario es uno de los hechos más importantes que registran los comicios del 2016.

“La señora Reina Núñez es la primera persona en la República Dominicana privada de libertad que ejerce el derecho al sufragio, por lo que puede decir que es una ciudadana plena, donde se reconoce ese derecho que da la Constitución. Este es uno de los hechos más importantes del proceso electoral 2016”, manifestó Roberto Rosario.
Dijo que el voto penitenciario es una política de inclusión y la participación de los ciudadanos en prisión preventiva.

Tanto Castaños Guzmán como Mercedes Medina valoraron la iniciativa de la JCE y la Procuraduría General de la República, de permitir el voto a los reclusos que todavía no están cumpliendo condena.

Además de valorar la iniciativa, Mercedes Medina señaló que el solo permitirle el voto a las personas que tengan medida de coerción es insuficiente, por lo que pidió que se le permita el sufragio a los reclusos que se encuentran bajo el viejo modelo de Gestión Penitenciaria, quienes son la mayoría.

“Se ha logrado un triunfo de los derechos humanos pero es insuficiente, porque la ley no puede ser aplicada de manera unilateral. Entonces, como se está aplicando en el Nuevo Modelo Penitenciario, esperamos que en las próximas elecciones se le conceda a los que están privados de libertad que se encuentran bajo la rigidez de la Dirección de Prisiones”, dijo.

Santiago. El procurador general, Francisco Domínguez Brito, valoró como “muy positivas” las votaciones en los centros penitenciarios.

Al dejar abierto uno de los colegios en el Centro de Corrección y Rehabilitación Rafey Hombre-Mujeres, expresó que este hecho histórico hace que el país siga fortalecido.
“A nivel nacional este es un hecho histórico. Más de 1,500 privados de libertad ejercen el derecho al voto y esto es un nuevo valor agregado para que el país siga fortaleciéndose en su democracia y creo que cada uno de nosotros debe hacer lo posible para que siga el avance”, dijo.

Señaló que 18 colegios electorales se abrieron en los centros penitenciarios del nuevo modelo.

En Rafey votaron 272 hombres y 20 mujeres, en un ambiente tranquilo.
Las votaciones se iniciaron a las 11:00 a.m. con las palabras de Domínguez Brito y acto seguido votaron los hombres y luego las mujeres. Estuvieron los directores de Rafey-Hombres, Bernardo Henríquez; y de Rafey-Mujeres, Betzaida Ramos.

Una de las internas, detenida por riña hace meses meses, dijo sentirse privilegiada de poder ejercer ese derecho aún en la cárcel.

“Me siento muy agradecida con todo el personal de este recinto penitenciario porque desde que llegué aquí, siempre se han preocupado por todo y votar ha sido una oportunidad”, apuntó Katherine Mercado.

Jenny Pacheco, otra de las internas, dijo que votar fue más fácil de lo que esperaba, ya que lo hizo en cuestión de segundos.

Para Edwin Antonio Abreu, privado de su libertad desde hace 8 meses, ni por la mente le pasó que podía votar desde la cárcel. “Vi que nos tomaron en cuenta; eso es un gran avance porque aquí hay mucha gente buena, aunque estemos presos”, expresó.