Aunque la tormenta Chantal se desorganizó y por demás no impactó el territorio nacional como estaba previsto, está dejando sentir  sus efectos por medio de torrenciales aguaceros y fuerte oleaje, principalmente en la franja sur de la isla. Ese evento pone a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades para hacerle frente a los daños que pudieran haber causado las lluvias en comunidades cercanas a ríos y costas, así como a la agricultura y la infraestructura vial y de riego. Ya previamente las autoridades mostraron  destreza en el desplazamiento de  logística de prevención para disminuir las posibilidades de pérdidas humanas. Hasta  la hora de escribir esta nota solo se había reportado la muerte de una persona, el bombero Juan Ramírez, que fue arrastrado por el río Maimón, en Bonao, mientras cumplía sus  deberes.

Chantal  ha sido la primera perturbación atmosférica de importancia que ha amenazado el país  en la presente temporada ciclónica, que según los expertos será muy activa. Sería prudente que en virtud de las características previstas para esta temporada, los instrumentos de prevención y mitigación de desastres estén afinados y listos para contingencias por venir. Con Chantal hemos superado la prueba en  materia de prevención, pero es necesario superarla en cuanto a respuesta por los daños que se deriven de su paso al sur de la isla, que ha  saturado los suelos por la  lluvia.

RESPONSABILIDAD DE ESTADO

Con la reapertura de las investigaciones sobre la desaparición del profesor Narciso González, ocurrida hace 19 años, el Estado asume una responsabilidad que había evadido al no llevar hasta las últimas consecuencias las indagaciones. Es una responsabilidad vigente desde el momento en que la indagación de este  acto tan bochornoso fue puesta a cargo de la autoridad competente.

El Estado jamás debió abandonar su rol ante un crimen de tipo político como ese, y mucho menos hacerse pasible de una condena como la emitida por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, a propósito del mismo caso. Aspiramos a que en esta oportunidad el Ministerio Público hará todo cuanto la ley dispone y permite para reunir las piezas dispersas de este expediente y asumir con todo rigor la investigación que se ordena, con la meta  de que los culpables paguen por sus actos.