Primeras elecciones norteamericanas sustentadas no en la política, sino en poderosas fuerzas socioculturales

Primeras elecciones norteamericanas sustentadas no en la política, sino en poderosas fuerzas socioculturales

Parte 1 – La creación de un ejército de indignados
El miércoles 2 de noviembre, ante los eventos tumultuosos de la campaña política norteamericana, presenté, en Hoy, un trabajo que tuvo un final premonitorio. Dije, después de estudiar las elecciones norteamericanas que acontecieron desde 1959 hasta estas últimas, que estábamos en medio de unas elecciones cuyos resultados entendía altamente impredecibles.
En tres entregas, presentaremos un apretado estudio de estas elecciones, una de las tres más impactantes desde que se fundó la República: Lincoln (1860), Roosevelt (1932) y Trump (2016).
Iniciamos con esta pregunta: ¿cuáles fueron los factores que coadyuvaron a que ocurrieran estos resultados tan inesperados? Entre otros, los más relevantes:
1. Reducción de impuestos a los ricos realizada por el presidente Reagan, con la idea de crear una fuerte prosperidad en la clase baja, iniciando un crecimiento meteórico en la desigualdad.
2. El presidente Bush padre siguió la política de Reagan.
3. El presidente Clinton se obsesionó en no crear déficit presupuestario, anulando las posibilidades distributivas de su presupuesto. Derogó la ley Glass Steagall, promulgada en 1933 por Roosevelt, que impedía que se hicieran negociaciones entre instituciones financieras diferentes evitando, durante 70 años, la ocurrencia de crisis financieras. Esta derogación creó las condiciones para que en Wall Street actuaran como chivos sin ley. Se inició el proceso de globalización y se permitió la presencia de China en la Organización Mundial del Comercio, sin crear una institución supervisora que castigara acciones que violaban reglas de este tratado. Los resultados del apresuramiento de estas acciones impactaron, negativamente, al empleo bien remunerado: se redujo de 19 a 10 millones el número de obreros manufactureros.
4. El poder establecido norteamericano, creyendo en el concepto de capitalismo neoliberal, no tomó ninguna acción para compensar, por varios años, a estos y otros que perdieron sus trabajos y los enviaron al mercado para que resolviera el problema. Tampoco hubo acciones para reentrenarlos.
5. El presidente Bush hijo inició dos guerras en Irak y Afganistán, sin crear los impuestos para sufragarlas, lo que nunca había ocurrido antes. Igualmente, en 2002 y 2004 bajó los impuestos de ganancia de capital, pagados, predominantemente, por el 20% de los más ricos, de 50 a 15%, aumentando meteóricamente la desigualdad de ingreso y riqueza. La relación del jefe ejecutivo al pago del trabajador aumentó de 27 a 1 en 1978, hasta 202 a 1 en 2012 (National Interest). La concentración de la riqueza presenta este comportamiento: el 1% tenía cerca del 17%, mientras que el 20% de los más ricos tenía el 57% de la riqueza acumulada en 2013. El 80% menos rico, solo el 43%, de los cuales el 20% más pobre solo 4% de la riqueza.
6. Estas acciones causaron la Gran Recesión del 2008, comparada con la Gran Depresión del 1929. En un artículo publicado en Hoy, planteé que esta visión era equivocada. ¿Por qué?: Si bien es cierto que los resultados fueron más apabullantes, la situación, en ese momento, era menos compleja porque solo existía el Estado-nación y las economías de estas eran esencialmente autárquicas. La del 2008 era, sustancialmente, más compleja porque ocurría en el medio de los efectos de la acción simultánea de las tres revoluciones más feroces de la historia: globalización, tecnológica y gerencial.
7. El sistema educativo, especialmente la educación terciaria, no ha recibido una modificación sustancial en los últimos 40 años, creando un desbalance entre el mercado laboral y el educativo, afectando, fundamentalmente, a los jóvenes. Conforme al Bureau de Estadísticas Laborales: el 51% de los graduados en 2015 tiene trabajo por debajo de su calificación, el 12% (mayor a la media nacional) está todavía desempleado y hay 5.4 millones de trabajos altamente remunerados sin ser ocupados, debido a que el mercado educativo no ha producido suficientes jóvenes con las habilidades para llenarlos. Adicionalmente, estos jóvenes tienen una deuda educativa de 1.3 millones de millones de dólares.
Estas son las raíces de los indignados, un 40% de la población. El próximo miércoles, presentaremos la segunda entrega.

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