Hace unas semanas, una tarde me detuve a reflexionar si cierto candidato a Alcalde por el DN quiso decir aprende el cambio envés de “emprende el cambio”.

El termino emprendedor , está estrechamente vinculado al vocablo francés entrepreneur , el cual es usado para referirse a un individuo que organiza y opera una o varias empresas , asumiendo riegos financieros en el camino a emprender.

Richard Cantillon definió a un emprendedor, como: la persona que paga un precio para revender un producto a un precio incierto, asumiendo riesgos en el emprendimiento.

Jean –Baptiste Say definió en 1803 a un emprendedor , como : un agente económico que une todos los medios de producción , la tierra de uno , el trabajo de otro y el capital de un tercero , fabrica un producto , vende y saca su beneficio .

Más recientemente en 1975 Howard Stevenson afirmó que el emprendimiento es la búsqueda de oportunidades independientemente de los recursos controlados inicialmente.

Pero un emprendedor en política puede no ser tan beneficioso para los ciudadanos como sí lo sería en las empresas y los negocios , y más aún si éste emprendedor no es tal, sino que es la cara visible del que realmente  es el que opera , piensa , emprende y financia  en la sombra , ¡claro está!, así es fácil emprender , cuando se hereda una fortuna que podrías durar tu vida contando y no terminas , juegas al inversor arriesgado , en ocasiones das el palo , otras veces te lo dan a ti.

Cuidado con un emprendedor en política. El agorismo (teoría política sobre cómo alcanzar una sociedad anarquista de mercado usando una estrategia revolucionaria) es una forma de anarquismo que plantea a los emprendedores como la clase social emergente, dentro de una economía dinámica, libre de trabas.

Los emprendedores en política pueden ser liberales o conservadores, un ejemplo de los últimos mencionados es Margaret Thatcher “La dama de hierro” primera ministra del Reino Unido de 1979 a 1990, entre sus iniciativas estuvieron: Privatización de empresas estatales, privatización de la educación pública y privatización de los servicios sociales.

Es muy probable que los estrategas de su campaña se hayan equivocado de slogan, debió ser: “Aprende el cambio”.