Primero de mayo de 1965 en Cuba

Primero de mayo de 1965 en Cuba

Por JUAN MIGUEL, AMAURY GIORDANO Y AMÍN PÉREZ

En marzo del año 2024, durante las exequias de la laureada artista Quisqueya Henríquez, su hermano Alberto nos contó un hecho histórico de mucha significación para los autores de las presentes líneas, y que involucraba a su familia, a la nuestra y a la historia dominicana. Compungido por la emoción del recuerdo, Alberto nos relató que el primero de mayo de 1965, él había desfilado en un acto político multitudinario junto a nuestro padre, Raúl Pérez Péña (Bacho), y una pequeña comitiva de exiliados dominicanos residentes en ese momento en la Habana, Cuba, en protesta contra la intervención militar estadounidense en República Dominicana, la cual se había producido apenas 48 horas antes, aquel funesto 28 de abril.

La inmensa concentración tuvo lugar en la Plaza de la Revolución, de la capital cubana, en ocasión del día internacional de los trabajadores de ese año. Contaba Alberto que la comitiva estaba compuesta por él y su hermana mayor, Alma, sus padres, el historiador Francisco Henríquez Vásquez (Chito) y la inolvidable Angélica Cruz, así como legendario luchador antitrujillista e intelectual comunista Pericles Franco, su esposa, y tres de sus hijos, completaban la lista Eberto Lalane José (Papilo) y Raúl Pérez Peña, ambos miembros del Movimiento Revolucionario 14 de Junio.

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En la obra titulada “Relatos biográficos de Francisco Alberto Henríquez Vásquez” (de la autoría del investigador Pastor de la Rosa, y publicada por el Archivo General de la Nación en el año 2017), Alberto aporta el siguiente testimonio: la “marcha a la Plaza de la Revolución, un primero de mayo de 1965, yo tenía siete años; ahí un grupo de exiliados dominicanos, porque no les permitían entrar a territorio dominicano por sus posiciones políticas de izquierda. Ahí en esa marcha mi hermana mayor, Alma, Alma Henríquez, estaba yo, estaban los hijos de Pericles Franco, la esposa, Gilda Pérez, estaba uno de los hermanos Lalane, [el] que vino con Caamaño, era un grupo de dominicanos que desfilábamos con la bandera dominicana en solidaridad con la Revolución de 1965, que habían quedado atrapados en Cuba. Porque Fidel el Primero de Mayo [pronunció] un discurso antiimperialista y cuando nosotros lo escuchamos eso fue muy emocionante”.

Con la evocación del recuerdo que nos compartía Alberto, el momento nos inundaba de muchos sentimientos. Nos dijimos que alguna evidencia debió haber sido recogida por los medios de comunicación cubanos sobre aquella participación dominicana protagónica durante el legendario acto que contó con la presencia de centenares de miles de personas que abarrotaron la plaza. En un reciente viaje a Cuba, se pudo encontrar un documento inédito excepcional, el cual contiene imágenes de aquel evento, incluyendo algunas muy poco conocidas sobre la invasión yanqui a Santo Domingo, y parte del histórico discurso de Fidel Castro en solidaridad con el pueblo combatiente de República Dominicana*.

Alberto Henríquez nos contó que luego de este acto, de mayo a septiembre de 1965, todos los días en su casa, ubicada en el barrio habanero de Miramar, se producían encuentros entre sus padres, Lalane y Bacho, los cuales él recuerda estaban llenos de angustia y frustración ante la imposibilidad de ingresar al suelo patrio durante la contienda.

Bacho se había exiliado en Cuba en el año 1964, luego de su participación en el frente guerrillero Gregorio Luperón (que operó en las lomas de El Limón, entre Santiago y Puerto Plata), durante el alzamiento catorcista del 28 de noviembre de 1963, realizado por Movimiento 14 de Junio contra el Golpe de Estado a Bosch. Había salido del país de manera clandestina, e hizo un periplo por varios países, entre ellos Francia y Chile, donde participó en eventos donde denunció la situación política del país. Arribó a la Habana a mediados del 1964, donde recibió entrenamiento militar con el capitán Máximo Sánchez en la región de Mayarí, provincia de Holguín, en el oriente cubano. Posteriormente, participó de la Lucha contra Bandidos (que eran los remanentes del ejército de Batista que combatían la recién victoriosa Revolución Cubana).

En una entrevista que le hiciera la cineasta Nayibe Tavárez Abel, Bacho rememoró sus pasos en Cuba y especialmente durante esa etapa lo que nos sirve para complementar esta historia. Allí cuenta que, a principios de 1965, por su condición de político, lo trasladaron a la Habana, en específico a la escuela de cuadros de la Juventud Comunista en San Antonio de los Baños. Allí compartía habitación con su compañero Eberto Giordano Lalane José, durmiendo ambos en un camarote en el cual, subraya Bacho, “él dormía en la parte de arriba porque era mucho más flaco que Lalane”.

Pero al estallar la Revolución dominicana del 24 de abril y al producirse la invasión yanqui, todo cambió. Ante la pregunta de Nayibe Tavárez sobre qué informaciones les llegaba a ellos de lo que ocurría en nuestro país, Bacho respondió: “A partir de ahí yo me enfermé de la ansiedad. Respiraba hondísimo como si tuviera asma, por la ansiedad que me dio por venir. Fue en ese momento cuando los cubanos me dijeron que alguien de los dominicanos debía hablar, indicándome que yo era el más apropiado por ser el político del grupo”. Bacho, utilizando el seudónimo de Ramiro del Valle (nombre compuesto de los nombres de dos comandantes de la Revolución cubana, Ramiro Valdez y Sergio del Valle), habló en un mitin de la FEU para denunciar la invasión y la situación en el país.

En junio, se abrió una oportunidad de salir de Cuba, debido a la celebración de un festival internacional de las juventudes comunistas en Argelia. Lamentablemente, expresa Bacho, “tuve tan mala suerte que el día antes de salir dieron un golpe en Argelia, y tumbaron a Ben Bella”. Dicho golpe de Estado se produjo el 19 de junio de 1965.

En el 60 aniversario de la guerra, se comparte con el pueblo dominicano el acto simbólico en que un grupo de compatriotas alzó la bandera y una pancarta de “Santo Domingo en Lucha”, convirtiéndose en símbolo de combate. Se rinde homenaje a quienes participaron, especialmente a la familia Henríquez Cruz, Franco Pérez, y a la memoria de Eberto Lalane José y su madre, doña Elisa.

*El Museo de la Dignidad proyectará el jueves 8 de mayo un cortometraje inédito del noticiero cubano con imágenes poco conocidas de la intervención militar de 1965 y el discurso de Fidel Castro sobre la solidaridad con República Dominicana. La actividad será en la sala de orientación de la Biblioteca Pedro Mir (UASD). Más información en Instagram: @museo_de_la_dignidad_rd.

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