Ante el asueto de la Semana Santa queremos compartir contigo una guía sencilla, pero fácil de aplicar en casos de emergencias. Las personas que piensan trasladarse de un lugar a otro, deben tener claro el concepto de los primeros auxilios, ya que podríamos convertirnos en el Superman o la Mujer Maravillas de un familiar, amigo o desconocido.
¿De qué tratan los primeros auxilios? Se entiende como primeros auxilios a las técnicas y procedimientos de carácter inmediato, limitado, temporal, dado por un profesional, técnico o persona capacitada a una o varias víctimas de un accidente o enfermedad repentina.
Primeros auxilios en 4 pasos
1. Evaluación neurológica del paciente. Se le pregunta que cómo se siente, su nombre, entre otros datos básicos.
2. Valoración de la consciencia. Se preguntará a la víctima cómo está, cómo se encuentra. Si contesta es símbolo inequívoco de que respira y tiene pulso.
En caso que no conteste se recomienda pellizcar levemente en los hombros. Si reacciona, seguir la conducta anterior; en caso negativo, llamar a los servicios de emergencias cuanto antes.
Una manera rápida de valorar la conciencia es determinar si responde o no
3. Puntos importantes a la hora de valorar el estado del paciente:
- Alerta. Está despierto, habla.
- Verbal. Responde al llamado, cuando alzamos la voz y lo llamamos ¿Cómo estas?
- Dolor. Responde al dolor, le pellizcamos y reacciona con gestos o gruñidos.
- Inconsciente. No responde.
4. Valoración del pulso. Cómo tomarlo.
- Palpa la arteria con tus dedos índice, medio y anular. No palpes con tu dedo pulgar, porque el pulso de este dedo es más perceptible y se confunde con el tuyo.
- No ejerzas presión excesiva, porque no se percibe adecuadamente. Controla el pulso en un minuto en un reloj de segundero.
- Anota las cifras para verificar los cambios.