Una feria del libro se diferencia de otra no en el tamaño del escenario, ni en los días de duración o en los acabados de los stands, sino en el contenido de sus libros y en el bagaje cultural de sus lectores.
Que una feria del libro, para dar un ejemplo, tenga como éxito comercial más memorable el manual sobre métodos para bajar de peso o las claves para ser feliz, escrito por sabrá Dios quien, no habla bien de sus visitantes.
Sería como visitar el Museo Fernando Botero, en Bogotá y dejarse deslumbrar por los amuletos de diente de león que curan el mal de ojo, que venden en la entra.
Pero, a juzgar por las quejas de los propietarios de librerías que tienen stands en la Feria Internacional del Libro, esa es la realidad que viven año tras año.
Francisco Meriño, de la Librería Actualidad, señala que las cosas no pintan buenas en los primeros días de la feria, pero tiene la esperanza de que mejore en este fin de semana y los días siguientes.
Contrario a Meriño, el encargado de José Libros, dice que las ventas van bien y admite que los libros más buscados son los de autoayuda y una que otra obra literaria.
Al mediodía del segundo día de ventas de la feria, en el espacio de Librería Cuesta sólo se había vendido un libro, El cuaderno de Maya de de Isabel Allende.
Los que sí hacen su agosto en abril son los vendedores de matatiempo, artesanías y comida. Estos stands son los que más público reciben.
Por tradición, en esta actividad cultural no sólo hay exposiciones literarias sino también en otros campos como la danza, la música y en algunos espacios para la gastronomía criolla.
Desarrollo. Durante los 19 días de esta fiesta cultural, que concluye el 6 de mayo, se presentarán 89 nuevas obras literarias.
La feria ofrece además una muestra de cine, esta vez dedicada a la actriz dominicana María Montez por el centenario de su natalicio.
En la versión XV de la Feria Internacional del Libro participan escritores y editores de 28 países que este año tiene a Centroamérica como invitada especial y rinde homenaje al fenecido poeta local Enriquillo Sánchez.
Este espacio cultural también es aprovechado por algunas instituciones del Estado y empresas privadas para mostrar sus trabajos.
Estaciones de la Feria del Libro
Leer y compartir entre amigos
Como de costumbre, en la fiesta de la cultura dominicana hay un espacio para cada corazón, para los que buscan buena literatura, gustan de los musicales. Pero también botar un poco el golpe en Café Bohemio, que este año cambió su imagen.
Stand de la Primera Dama
El Despacho de la Primera Dama muestra este año en su Pabellón a través de una galería de fotografías las iniciativas y los logros de su gestión. El programa está dirigido especialmente a los jóvenes y niños para que conozcan cómo se ha desarrollado el programa Leyendo, Aprendo, Progresando.
¿Por los libros o por darse vitrina?
A la feria va gente de todas las edades y caminan el recinto una y otra vez. Sin embargo, no saben diferenciar los géneros literarios como el caso de una joven estudiante que presume el libro que compró Juventud en éxtasis una novela, según ella.
Los demandados: matatiempo
José Luis Castro, orgulloso vendedor de los famosos matatiempo, manifestó que al mediodía de ayer no sabía cuántos libros había vendido pero dice: la cosa ta´ buena, la gente viene a buscar sus cositas. Indicó que en experiencias pasadas ha vendido entre 15 y 20 mil ejemplares a un precio de RD$10. ¡Para ellos sí hay Feria del Libro!