El principal aliado del Gobierno brasileño en el Congreso tiene la intención de mantener su apoyo al presidente Michel Temer, según uno de sus principales miembros.

El senador José Serra, exministro de Relaciones Exteriores del Gobierno de Temer, dijo en declaraciones a la prensa formuladas en Brasilia el pasado lunes, que el Partido Socialdemócrata Brasileño (PSDB) no renunciará a sus puestos en el gabinete y que sigue comprometido con las reformas en curso en el Congreso.

El PSDB juega un papel clave en la agenda de reformas favorables al mercado de Temer. Cuatro ministros del gabinete pertenecen al partido, y sus votos en ambas cámaras del Congreso son esenciales para el gobierno.
Pero el apoyo del partido ha estado en duda desde que surgieron acusaciones contra el presidente el mes pasado. Los inversionistas están atentos a la decisión del partido como una señal de que Temer podría reunir suficientes votos para avanzar con las cruciales reformas laboral y de pensiones.

“El PSDB no hará ningún movimiento en este momento para dejar el gobierno”, dijo Serra.

Previamente, los líderes de los partidos habían indicado que su apoyo dependería de un resultado positivo para Temer en el máximo tribunal electoral brasileño, conocido como TSE. El viernes, el tribunal absolvió a Temer de financiamiento ilegal de campaña en las elecciones de 2014. Sin embargo, el presidente aún enfrenta numerosas solicitudes de destitución, una investigación en la Corte Suprema y bajísimos niveles de popularidad.

Serra dijo que dentro del partido había personas que pidieron que el PSDB se retirara, si bien continúan apoyando el programa de reformas. El presidente interino del PSDB, Tasso Jereissati, dijo que el partido permitiría a sus diputados votar libremente en caso de que la cámara baja deba decidir sobre la posibilidad de avanzar con posibles cargos contra Temer, y que también puede apelar la decisión del TSE.

“Entendemos que hubo corrupción y uso indebido de fondos públicos”, dijo Jereissati. “No tenemos que permenecer callados”.

Antes de que la turbulencia política cobrara fuerza en mayo, Temer estaba cerca de conseguir los votos necesarios para aprobar su plan de reforma de pensión en la cámara baja, y también avanzaba con un proyecto de ley para modernizar el código laboral.