La llegada de un nuevo bebé supone una gran alegría, pero también cierta preocupación por parte de los padres (especialmente si son primerizos), al desconocer cuáles son los cuidados específicos que requiere ese pequeño ser.

Y como los bebés no traen incluido un manual de instrucción, la incertidumbre pudiera crecer y crear cierto nivel de ansiedad.

Aunque se dice que lo mejor es seguir el instinto materno, afortunadamente también hay profesionales que se dedican ofrecer las informaciones necesarias para hacer de esta experiencia la más maravillosa de todas las etapas de la vida.

“Lo primero que debemos entender es que desde su concepción él bebe ha estado cargado por la madre por nueve meses. Cargar un bebé no lo malacostumbrará porque si nos vamos a eso, él bebe entonces nace “malacostumbrado”. Nuestros bebés necesitan de nuestros brazos para sentirse seguros, necesitan de nuestros cuerpos para regular su temperatura y demás funciones”, explica la educadora pre y post natal Michaela Arriaza.

No es necesario ir “acostumbrando al bebé” a estar sin nosotros. “Además, la naturaleza es sabia y dentro de unos cortos meses, su bebé estará pidiendo “piso” y no habrán brazos que lo detengan. Aprovechen ahora que se deja cargar”.

El bebé nos “manipula”. “El bebé no sabe manipular, no es capaz, pero es una creencia muy común. El llanto del bebé es para alertar a sus protectores que tiene una necesidad, ya sea hambre, el panal sucio, frío o calor, se siente vulnerable o con miedo”, indica Arriaza.

Arriaga, doula post parto especializada, señala que estudios realizados en las universidades de Harvard y Yale demuestran los efectos negativos que el llanto prolongado (déjalo llorar) pueda tener en el desarrollo emocional, neurológico y físico en el cerebro de nuestros bebés.

El bebé debe dormir boca arriba. “Sé que muchas abuelas no están de acuerdo, pero los estudios que se realizaron en Nueva Zelandia en los años 90 y luego alrededor del mundo, arrojaron todos resultados similares: el bebé que duerme boca arriba reduce el riesgo de la muerte súbita en casi un 50 %, lamentablemente no lo elimina, pero sí lo reduce significativamente”, asegura la charlista y directora de la página Babytime.

Indica que una vez que tenga la edad suficiente para voltearse por sí solo, hay que continuar acostándolo boca arriba, sin preocuparse si más tarde se da la vuelta”.

“El bebé tiene hambre”. Si bien es cierto que el recién nacido come frecuentemente, también es importante notar que la composición de la leche humana es baja en grasa y proteínas, pero es la composición perfecta para nuestros bebés.

“Claro que lo llena, claro que es suficiente, mira cómo hemos sobrevivido como especie, gracias a nuestra leche. Pero el seno es más que comida, y ese dato se suele olvidar cuando un bebé pide el seno de nuevo”, asegura la profesional.

“El seno es amor y queda a la distancia perfecta donde el bebé puede enfocar sus ojos para ver la cara de su madre; ayuda a que se calme; pegado al seno él está asegurando protección, calor, seguridad y comida”.

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Las doulas

Michaela Arriaza explica que estas son mujeres entrenadas que asisten a las madres en su labor de parto y otras durante el puerperio o postparto. “La doula le enseña a la nueva familia cómo cuidar de su recién nacido, sus prácticas son basadas en evidencia, no mitos”, señala. Entre sus habilidades incluye el apoyo de lactancia, cuidado e higiene del bebé y la madre, cómo interpretar y calmar el llanto del bebé. Una doula aumenta la tasa de lactancia y disminuye la depresión o ansiedad post parto. Para más información o como contratar una doula en el país puedes visitar la página www.baby.com.do