Príncipe Alberto, preparado para el trono de Mónaco

Príncipe Alberto, preparado para el trono de Mónaco

La larga enfermedad cardio respiratoria que se le diagnosticó al veterano de los jefes de Estado de Europa desvela una incógnita acerca de su futuro y subraya el papel de su hijo Alberto, como sucesor.  

El segundo vástago del matrimonio formado por la actriz norteamericana Grace Kelly y Rainiero se ha visto en primera línea como heredero del Principado ante la posibilidad de que fallezca su padre.

Alberto ha tomado las riendas del Palacio monegasco obligado por las circunstancias y para que así, los hijos y nietos de Rainiero que se suceden para estar con él junto a la cama del hospital, pudieran celebrar una misa en la capilla del edificio real.

Todo ello pese a que formalmente no se ha activado el mecanismo de traspaso de poderes del veterano jefe de Estado de Europa, con más de 55 años en el poder.

De casta le viene al galgo

Alberto Alejandro Luis Pedro Grimaldi, príncipe de Mónaco y marqués de Baux, nació el 14 de marzo de 1958 en el Principado de Mónaco, convirtiéndose en el 31 miembro de la familia de los Grimaldi, una de las más antiguas del Ghota europeo.

Tras su hermana Carolina y por delante de Estefanía, Alberto es el único varón de los habidos en el matrimonio de los príncipes de Mónaco. Por ello, los rumores acerca de su sexualidad siempre han estado en un primer plano con el objetivo de perpetuar la sucesión.

Alberto, que posee nacionalidad monegasca y estadounidense, es un hombre menos tímido de lo que se ha pretendido mostrar. Probablemente y debido a la solemne figura de su padre, sus cualidades han quedado relegadas a un segundo plano.

Con estudios de Ciencias Políticas y Económicas, su experiencia americana la realiza en la Amherst College (Massachusetts), en la que se diplomó en el año 1981. Desde este instante, el mandatario monegasco desarrollaría su interés por la antropología, la geología, la psicología moderna, la historia del arte o los idiomas. El Príncipe realizó prácticas financieras en la Banca Morgan de Nueva York y con la firma Moet- Hennessy en París.

Paralelamente a su trayectoria estudiantil, el vástago de los Grimaldi se curtió en la Marina francesa llegando a ascender al rango de coronel en las Fuerzas de Policía.

Sin embargo, la carrera del príncipe Alberto ha estado ligada a la de su padre. Como jefe de Estado adjunto asistía a los Consejos de Gobierno y realizaba los viajes oficiales en su nombre. De hecho, participó en la apertura de la 48 sesión de la ONU como presidente de la delegación monegasca en 1993. 

MIEMBRO DEL COMITÉ OLÍMPICO

Una de las características que más definen a Alberto es el deporte. Su espíritu ha facilitado sus tareas como miembro del Comité Olímpico Internacional y le ha granjeado la presidencia de diversas categorías como la natación, atletismo, tenis o fútbol.

Como deportista, el “bobsleigh” es la modalidad con la que ha participado en los Juegos Olímpicos de Invierno de Calgary (1988), Albertville (1992), Lillehammer (1994) y Nagano (1998).

La ópera –es presidente honorífico de la Asociación de Amigos de la Ópera del Principado-, la pintura o el cine –en 1997 debutó como actor en la película “La batalla de San Patricio”, dirigida por Lance Holl– son sus grandes aficiones.

Actrices y modelos

La sucesión es pues, la cuestión pendiente para perpetuar el reinado de los Grimaldi en Mónaco. A causa de ello, son numerosas las especulaciones en torno a la sexualidad de Alberto.

Entre otras cosas, porque se le han atribuido romances pero ninguno de ellos oficial. Ha salido con la actriz Brooke Shields y con  las modelos Claudia Schiffer y Tasha de Vasconcelos. Con esta última, el palacio de Mónaco ha desmentido en dos ocasiones la existencia de relaciones oficiales del Príncipe, en septiembre de 1998 y en mayo de 2001.

A sus 47 años el príncipe heredero permanece soltero, lo que contrariaba a Rainiero, que en 2002 procedió a una modificación de las reglas sucesorias. Con ello, los poderes del Estado se transmiten “a la descendencia directa y legítima por orden de edad, con prioridad -ya no exclusividad- de los descendientes varones”.

Una reforma que daba garantías de que los Grimaldi no perderían la soberanía sobre ‘La Roca’ (nombre con el que se conoce a Mónaco por su orografía) en caso de que muriera sin descendencia Alberto quien,  para responder a los rumores sobre su sexualidad, sostiene que sólo se casará cuando encuentre a una mujer con la que formar una pareja como la que formaron sus padres  Rainiero y Grace Kelly y que resultó módelica.

EFE-REPORTAJES.(*)

Con información de Ángel Calvo

 

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