LONDRES— El príncipe Guillermo de Inglaterra defendió el jueves a la familia real británica contra las acusaciones de racismo de su hermano, el príncipe Enrique, y su cuñada, Meghan, afirmando que “desde luego no somos una familia racista”.
En comentarios durante una visita a una escuela en el este de Londres, Guillermo se convirtió en el primer miembro de la familia en responder directamente a la controvertida entrevista que concedieron su hermano y Meghan a Oprah Winfrey.
El Palacio de Buckingham intentó responder a las acusaciones de racismo y maltrato de Enrique y Meghan con un comunicado de 61 palabras, pero no ha logrado sofocar la polémica.