Las primarias  del PLD parecen haber  superado las peores expectativas, y no solo por los dos militantes de ese partido   que murieron durante los  violentos incidentes que matizaron ese proceso.  El rosario de irregularidades citado por  el expresidente Leonel Fernández solo confirman lo que ya todos sabían pero que sus organizadores, por un prurito entendible en un peledeísta de la vieja guardia como Lidio Cadet, se empeñan en minimizar. Pero los hechos están ahí, tozudos, imposibles de negar, pues lo cierto es que diez días después de las votaciones solo hay resultados parciales, en tanto tres de los cuatro aspirantes a la alcaldía por Santo Domingo Norte así como la mayoría de los aspirantes a regidores y diputados exigen    al Comité Político  que anule las primarias en esa demarcación y que se celebren nuevas votaciones, y ayer precandidatos  a regidores que se identificaron como seguidores de Monchy Rodríguez   pidieron que también se anulen en el municipio de Santiago. ¿Quiénes serán los próximos? Gente que ha seguido de cerca el proceso degenerativo del PLD desde que se convirtió en partido de masas  dicen no sentirse sorprendidos  del comportamiento  exhibido por los peledeístas, pero tampoco disimulan su regocijo, pues por primera vez se advierten agrietamientos que pudieran amenazar no solo su unidad  interna sino también su permanencia en el poder. Por supuesto, eso no ocurrirá, necesariamente,  en las elecciones de mayo  próximo, pero el hecho de que un partido irreconciliablemente  dividido entre danilistas y leonelistas no encuentre la manera de salir del atolladero en que lo han metido  las primarias del pasado 13 de diciembre puede ser una señal inequívoca de que ese día no está demasiado lejano.