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El experto ambiental Osiris de León estima que entre las prioridades del próximo Gobierno están establecer un plan de ordenamiento territorial y que el Ministerio de Medio Ambiente sea convertido en una agencia reguladora y no recaudadora, como ocurre actualmente.
Dice que hay que ordenar el territorio para caracterizar cada tipo de suelo y priorizar sus usos en función de sus máximas potencialidades y sus mínimos impactos ambientales. Indicó que en la actualidad la industria, la minería, la hotelería, la agricultura, la ganadería y el urbanismo compiten por los mismos espacios, generando un crecimiento caótico.
Institucional. En cuanto al Ministerio de Medio Ambiente, De León afirmó que en la actualidad esa cartera, al no recibir suficientes recursos para cubrir sus necesidades básicas, prefiere que las industrias contaminen y entonces pone una multa que le genera recursos, entonces con esto pierde la mística de la protección ambiental.
Entiende, además, que el próximo ministro que dirija esa cartera debe ser una persona entendida en políticas públicas sobre el medio ambiente, no un político que diga que sí a todos los proyectos que le impongan desde el Palacio Nacional.
Otra de las prioridades ambientales citada por De León es la instalación de alcantarillados sanitarios y plantas de tratamiento de aguas residuales en todo el país, comenzando con Santo Domingo, Santiago, Moca, La Vega, Bonao y San Francisco de Macorís. Agregó que se debe exigir que todas las industrias descarguen sus efluentes en plantas de tratamiento, privadas o públicas, pero que ninguna industria descargue efluentes en ríos, arroyos o cañadas.
Otro aspecto es sanear todos los ríos contaminados del país, principalmente los ríos Ozama, Isabela, Haina, Higuamo, Camú, Yaque del Norte, Yuna, Duey y Mao.
Reforestación. De León planteó que se eliminen todos los aserraderos, ya que a su entender están disfrazados como planes de manejo forestal y destruyen bosques nativos, principalmente al norte de la cordillera Central, desde Jarabacoa hasta Restauración.
Sugirió que se elimine la deforestación en las cordilleras del país, compensando a los campesinos con estufas gratuitas y gas subsidiado para que abandonen las prácticas deforestadoras.
Planteó que se siembre al menos 20 millones de plantas de especies nativas por año, como caoba, pino occidental, roble, cedro, samán, guayacán, mara, amapola y otras.
Que se regulen todas las operaciones mineras para evitar los impactos ambientales negativos. Cree debe hacerse un inventario de las canteras y explotarlas de acuerdo a criterios ambientales y no económicos.
Para De León, un aspecto a priorizar es la eliminación de vertederos a la orilla de los ríos, arroyos y cañadas, práctica que se ha vuelto muy extensiva en todo el país. Además, que se manejen los desechos sólidos con un esquema de reciclaje.
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Dramática
Para De León, la situación ambiental del país es dramática y atribuye el deterioro, en gran parte, a la falta de un ordenamiento territorial como manda la ley ambiental y que debió estar listo en 2003. Entiende que ha faltado voluntad y el Gobierno teme enfrentar sectores económicos poderosos que están conviviendo en áreas de amortiguamiento de áreas protegidas o zonas sensibles ambientalmente.
