Prisa y seguridad sísmica de aulas

Prisa y seguridad sísmica de aulas

Las reformas a la educación  que ha emprendido el Gobierno con la inversión del 4% del PIB incluye la construcción de diez mil aulas para facilitar la ejecución de innovaciones como la tanda extendida. La expansión   se ejecuta con tal premura, que  las autoridades aspiran cerrar el 2013 con el total de  las aulas terminadas.  Las obras han sido adjudicadas mediante concurso a cientos de ingenieros de todo el país, y se han creado facilidades financieras para que los trabajos marchen sin obstáculos.

Pero la construcción de tantas  aulas en tan corto tiempo ha despertado preocupación. En una entrevista para el matutino El Caribe, el ingeniero Leonardo Reyes Madera, presidente de la Sociedad Dominicana de Sismología e Ingeniería Sísmica (Sodosísmica), afirma que  aunque las aulas han sido diseñadas con apego al Reglamento para Análisis Sísmico de Estructuras, del Ministerio de Obras Públicas, se ha observado el abandono de las normas, en perjuicio de la seguridad sísmica. Cita casos específicos.

El abandono de ciertas normas señalado por el presidente de Sodosísmica debe mover a las autoridades a una celosa supervisión de las obras y a requerir las correcciones pertinentes antes de la entrega. Se ha insistido mucho en la vulnerabilidad sísmica de las escuelas y los hospitales, y las advertencias en cuanto a las nuevas aulas deben ser tomadas en cuenta.

TERAPIA DEL TRATO

La mejor terapia para tratar a un paciente debe comenzar por el   trato  afable y humanitario del médico y demás personal. Pero en nuestros hospitales  esta mística se está perdiendo y abundan las quejas de malos modales ante los enfermos que buscan atención para sus quebrantos. El Ministerio de Salud Pública debería  insistir en la eficacia de los buenos modales para lidiar con pobres  que para preservar su salud solo tienen la alternativa del hospital.

 UN BUEN EJEMPLO

El doctor Antonio Cruz Jiminián, cuya obra filantrópica es ampliamente conocida, ha sido declarado hijo adoptivo del Ayuntamiento del Distrito Nacional. Él, como médico privado, merece esta distinción por ser  un buen ejemplo de  trato humanitario para con los enfermos, sobre todo los más desvalidos y necesitados. A él le sobra lo que le falta a muchos de sus colegas en los hospitales.

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