MADRID (AP).- Decenas de miles de personas, muchas de ellas con banderas españolas y de otras regiones, se manifestaron el sábado para protestar contra la prisión atenuada que otorgó el gobierno socialista al etarra José Ignacio De Juana Chaos, en un acto convocado por el opositor Partido Popular.
El líder del PP, Mariano Rajoy, estuvo acompañado por el ex presidente del gobierno José María Aznar, y por varias de las víctimas de la violencia etarra, entre ellas el ex funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, que padeció secuestrado más de 500 días enterrado en una prisión subterránea.
Muchos de los manifestantes llegaron en autobuses procedentes de provincias. Fue la tercera manifestación en un mes contra la política de apaciguamiento y negociación encubierta con ETA que prosigue el presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, en opinión de los populares.
Muchos de los manifestantes portaban carteles con la consigna de la manifestación _ «España por la libertad. No más cesiones a ETA» _ mientras los asistentes coreaban sin cesar «Zapatero, dimite!».
En la primera fila de la marcha figuraron además el secretario general del PP Angel Acebes, el ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja, la dirigenta popular en el país vasco, María San Gil, el alcalde madrileño Alberto Ruiz-Gallardón y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
«Me siento un poco avergonzado de que sea mi presidente del gobierno», comentó Juan Calvo, un ingeniero en computación de 48 años. «Vive en su propio mundo».
Calvo comparó a Rodríguez Zapatero con el estilo populista del presidente venezolano Hugo Chávez _ por haberse apresurado a negociar con la ETA sin pensar en las consecuencias.
El viernes, decenas de miles de personas se manifestaron en las capitales provinciales por el mismo motivo, el traslado a un hospital de San Sebastián del etarra de Juana Chaos, convicto de 25 homicidio por los que cumplió 18 años de reclusión y que purgaba tres años más por proferir amenazas terroristas en dos artículos de prensa contra los funcionarios de prisiones. El reo realizó una huelga de hambre que cesó en cuanto fue trasladado al país vasco, y tan pronto sea dado de alta por las autoridades médicas, pasará a quedar bajo arresto domiciliario, con un brazalete electrónico de seguimiento, para cumplir los 18 meses que le restan de esa condena.
«Mientras otros gobiernos intentaron mantener en la cárcel a los presos de ETA, esta es la primera vez que un gobierno ha trabajado para liberarlos», dijo Alvaro Soldevilla, un abogado de 30 años que asistió a la concentración con su esposa y dos hijos.
Los conservadores creen que Rodríguez Zapatero sigue negociando con ETA pese a que la banda armada detonó en diciembre una furgoneta cargada de explosivos en el madrileño aeropuerto de Barajas que mató a los inmigrantes ecuatorianos Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate, cuyos familiares también asistieron a la protesta.