El juzgado de la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional  impuso ayer  un año de prisión preventiva en la cárcel de Najayo a  dos presuntos sicarios acusados de matar al propietario de la repostería La Francesa, Rubén Soto Hayet, al coronel policial José Amado Gónzalez y a Omar Antigua, vinculados al presunto narcotraficante José David Figueroa Agosto.

Gian Enrique Rojas Matos, apodado en la acusación como  Yan Carlos o  Chico Raro, y Ricardo Pérez Mateo,  fueron presentados y enviados a prisión como los responsables de la cadena de crímenes.

Se les atribuye haber liquidado, primero, al supuesto testaferro de Figueroa Agosto, Omar Antigua (el 31 de enero) y luego  González González, éste último el  24 de diciembre, al llegar a su residencia.

La jueza interina Awilda Reyes acogió los cargos de la investigadora de la muerte de Soto Hayet, ocurrida el 14 de mayo, la fiscal adjunta Cándida Ramos.

 Pedro Duarte Canaán, uno de los abogados de Rojas Mateo, acusó al jefe de la Policía, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, de la tortura que evidencia el imputado.

Dijo también que es ilegal la alegada prueba de una llamada telefónica, por no ser autorizada por un juez. Anunció que apelará la prisión, que también ve ilegal,  dentro de cinco días.