El director general de Prisiones, Roberto Obando Prestol, pidió ayer al Ministerio de Deportes que se revoque la licencia otorgada a una gallera ubicada en la parte frontal de la cárcel de Najayo-Hombres.

Obando Prestol dijo que hace la solicitud  en el entendido de que ese establecimiento comercial afecta la seguridad del penal, de la provincia de  San Cristóbal.

Según se ha dicho,  la gallera es propiedad de Winston Rizik Rodríguez, quien recientemente fue puesto en libertad por el fiscal de San Cristóbal, luego de ser interrogado en torno al descuartizamiento de jóvenes en esa demarcación y que ahora está detenido en Higüey por otro caso.

Obando Prestol dijo que él personalmente pudo contactar la gravedad de tener un negocio de esa naturaleza frente a un recinto carcelario. Expresó que los recintos penitenciarios son lugares de seguridad nacional y que por lo tanto su interior y su  entorno deben estar resguardados “ante actividades que si bien son propias de la vida cotidiana, debería ser autorizadas en otra ubicación”.