Los servicios públicos son aquellos que el Estado tiene que proveer en condiciones de acceso universal sin discriminación, calidad suficiente y a precio asequible. Incluye la salud, educación, agua, electricidad y las telecomunicaciones.
Con frecuencia hay conflicto entre el interés público y el privado, derivado en la diferencia del objetivo de las empresas privadas de maximizar utilidades y el gobierno de brindar servicio adecuado al precio más bajo posible.
México privatizó las telecomunicaciones y hoy una llamada cuesta el doble que en Europa.
En Estados Unidos los servicios médicos están privatizados. Son carísimos y actualmente 47 millones de personas están sin derecho a asistencia de salud.
Los opositores a la privatización argumentan que produce pérdidas de empleos y temen que la reducción de costos y el aumento de la productividad se vayan a los bolsillos de los accionistas.
Los defensores aducen que las empresas públicas son ineficientes y corruptas.