PRM: ¿Incoherencia política?

PRM: ¿Incoherencia política?

No fueron una, ni dos, ni tres, las veces en las que altos dirigentes del, en ese entonces opositor, Partido Revolucionario Moderno (PRM) se pronunciaron a favor de la inclusión de las tres causales en el Código Penal.

Es tanto así que, por escrito, en su programa de gobierno, página 63, capítulo 12, acápite F, cita “la penalización absoluta en el Código Penal de la interrupción del embarazo” como una de las problemáticas que impiden la igualdad de género y empoderamiento de la mujer que ese partido concibe.

Eso bastaba para pensar que una vez en el Gobierno y con mayoría legislativa, el PRM usaría su poder político y aprobaría las causales.

Se trata de salvar la vida de las mujeres, especialmente de quienes viven en mayor desventaja económica, ante embarazos que las ponen en peligro y/o son inviables, o evitarles la tortura y preservar su dignidad cuando estos sean producto de violaciones o incestos. No más de ahí y nunca como imposición.

Esto no lo entienden las cúpulas de algunas iglesias, que tienen derecho a no apoyar las causales, pero no a imponer que el Estado legisle en base a una sola cosmovisión: la suya. Pueden persuadir su feligresía, mas no decidir por toda la sociedad, una sociedad diversa donde hay personas con diferente fe o con ninguna, y un Estado que debe separar la religión de las políticas públicas.

De su lado, el presidente Luis Abinader, se ha pronunciado en varias ocasiones a favor de las causales, pero una se pregunta: ¿cuántos PRM hay? Si el mandatario y el partido las apoyan, ¿por qué están siendo estudiadas en una ley especial y no en el Código? Si las causales, contenidas en un proyecto vital como el Código Penal, tardaron dos décadas y no lograron aprobarse, ¿qué garantías hay de que en una ley especial sí se haga? ¿Cuál es la necesidad? “Mareo, mareo”, diría el popular presentador Jochy Santos.

Si el “cuco” es el costo político, sepan que no lo tiene. Cuando en 2009 se discutía el entonces artículo 30 en la Constitución, élites eclesiásticas leyeron desde sus púlpitos nombres de legisladores que no lo apoyaban, pese a eso, más adelante fueron electos.

Otro ejemplo: en las pasadas elecciones legislativas candidatos/as que apoyaron abiertamente la interrupción del embarazo en esas circunstancias difíciles y específicas, no solo ganaron las elecciones, sino que fueron de los más votados. Mientras, otros que criticaron las causales no fueron favorecidos con el voto.

De modo que, ¡ojalá reine la coherencia política! No puede ser que siga siendo cierto aquello de que una cosa es con guitarra (en la oposición) y otra con violín (en el Gobierno). ¡Coherencia, por favor, y vidas largas y dignas para todas las mujeres!

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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