Pro-competencia o “por quién doblan las campanas”

Pro-competencia o “por quién doblan las campanas”

El fenecido escritor norteamericano Ernest Hemingway escribió en el año 1940, entre sus novelas profundamente humanas, la titulada: Por Quién doblan las Campanas? Se refería de manera trágica al tema de la guerra civil española y el título de la misma se hacía eco, a su vez, del poeta metafísico inglés John Donne, quien en el año 1624 en su obra “Meditation XVII of Devotions Upon Emergent Ocassions” decía que “… nadie es una isla completo en sí mismo… la muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad, por consiguiente nunca hagas preguntar por Quién Doblan las Campanas: Doblan por ti…”. En base a la Ley No. 42-08 sobre la Defensa de la Competencia, del 25 de enero del 2008 el Gobierno dominicano creó la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (PROCOMPETENCIA). La inmensa mayoría del pueblo dominicano desconoce la razón de ser y la importancia de esta nueva institución, algunas personas vinculadas al empresariado, a la industria y al comercio en general, al principio no le pusieron la atención debida y otros la consideraron como innecesaria. Sin embargo, en el año 2005 se aprobó y ratificó en el Congreso Nacional el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana, conocido por su sigla en inglés como el DR-CAFTA, que entró en vigencia en el año 2006. Éste trata sobre la creación de una zona de libre comercio entre los países firmantes, mantiene los beneficios para el ochenta por ciento de los productos Centroamericanos y del Caribe que brinda la ”Iniciativa de la Cuenca del Caribe” (ICC), abarcando un volumen comercial de treinta mil millones de dólares. El DR-CAFTA requiere que la producción y los criterios de competencia en el mercado se realicen, en cada uno de sus miembros, de manera que respondan a requisitos tales como eficacia, seguridad jurídica, transparencia, igualdad y lealtad. En ese sentido en el trato comercial entre los países miembros se destacan elementos como los arancelarios, movimiento aduanero, origen de los productos, las reglas internas para el tráfico de mercancías, etc. El DR- CAFTA como complemento se encarga de legislar lo relativo a las condiciones medio ambientales, el derecho a la propiedad intelectual, la inversión pública y privada, toda la legislación laboral en los Estados de la Zona CAFTA, la creación de mecanismos para dirimir controversias y establece normativas de mutuo acuerdo. Cuando se escribe sobre estas cosas los que la leen les llega a la mente la razón de ser de PRO-COMPETENCIA. También el DR-CAFTA tiene que ver con las Contrataciones Públicas, las obstrucciones técnicas al desarrollo del comercio (trabas burocráticas, paréntesis nuestro), los cárteles, los monopolios privados, la competencia desleal, etc. En ese sentido cabe destacar que el artículo 5 de la citada ley 42-08 que crea la Comisión Nacional de Defensa del a Competencia (PROCOMPETENCIA) en su artículo 5 Sección I, se refiere a los Acuerdos, Decisiones y Prácticas Contrarias a la Libre Competencia, y en su artículo 6, Sección II, contempla lo relativo al Abuso de la Posición Dominante. Al DR-CAFTA se le critica porque se le percibe como demasiado vinculado al aspecto económico y mercantil entre los Estados miembros, dejando de lado la parte humana; otros entienden que no dejará ningún beneficio concreto; algunos opinan que por más esfuerzos que realicen los países de Centroamérica y la República Dominicana por adaptarse a todos estos requerimientos, terminarán siendo víctimas de una competencia desigual; ya que los productos norteamericanos se ofrecerán en el mercado libre con mejor calidad y a mejores precios. Pero lo cierto es que somos parte de este Tratado y que el mismo es una forma de expresión del fenómeno de la globalización de la economía a nivel mundial, y entonces surgen las preguntas: ¿Podemos salirnos del DR-CAFTA? Podemos ignorar sus requerimientos y de manera extrema aislarnos de la globalización de la economía? Considero que debemos ser realistas y cumplir con el DR-CAFTA con sus cosas buenas y tratar de que se corrijan sus cosas malas; insertarnos con éxito en el mercado globalizado y humanizar la economía y que de ahí nace la necesidad y las funciones de PROCOMPETENCIA. Los dominicanos, y especialmente los empresarios, industriales y personas ligadas al comercio, no podemos ignorar las situaciones antes expuestas; tenemos encima el DR-CAFTA y la globalización y debemos comprender que su existencia y accionar en el ámbito económico nos atañe a todos y que en ese orden está demás preguntarnos: Por qué PRO-Competencia o Por Quién Doblan las Campanas?

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