El Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor, Pro Consumidor, dispuso la reapertura y normalización de servicios de los trece establecimientos comerciales del “Mercado de Productores” de la avenida San Martín con Tiradentes, en el ensanche La Fe.

La reapertura fue dispuesta tras los comerciantes cumplir con el mandato de las autoridades de regular las balanzas con las que vendían productos alterados a los consumidores.

El personal técnico del Departamento de Inspección y Vigilancia de Pro Consumidor verificó y comprobó que los establecimientos cerrados el pasado día 12 de este mes habían adquirido balanzas nuevas y fueron calibradas.

En esa ocasión fueron detectadas alteraciones en las balanzas utilizadas para pesar los productos agropecuarios vendidos al público a un precio mayor que su contenido.

Pro Consumidor había otorgado un plazo de seis días a los propietarios de los puestos de venta para que calibraran y regularizaran las balanzas con las que vendían productos alterados en el peso.

El plazo venció el pasado martes 19 y ayer, de modo sorpresivo, el personal de inspección realizó actividades de verificación de balanzas, observando que tanto los pesos de los puntos de venta cerrados como otros tomados aleatoriamente se encontraban conforme a lo registrado con la pesa de verificación utilizada. 

Los propietarios de los establecimientos tomaron las medidas correctivas correspondientes a las disposiciones de las autoridades, tras detectarse la anomalía.

Pro consumidor informó que continuará desarrollando ese tipo de operativos en los diferentes mercados del país, dando cumplimiento a lo establecido en el artículo 51 de la Ley 358-05 de Protección de los Derechos de los Consumidores y Usuarios.

De acuerdo al artículo 51 de la Ley 358-05, «la Dirección Ejecutiva de Pro Consumidor será competente, de oficio o a denuncia de parte interesada, en los casos de inexactitud del peso y medida de los productos y servicios que se oferten o comercialicen en el mercado, así como en los caso de deficiencia en las condiciones de calidad, normalización técnica o estándares de calidad y servicios de post-venta para adoptar las medidas que sean necesarias a los fines de garantizar los derechos del consumidor o usuario».

Los trece establecimientos estuvieron cerrados hasta que adquirieron balanzas y las calibraron, para evitar engaño a la población.