¿Problemas de tiroides?

<p>¿Problemas de tiroides?</p>

Hoy en día, y cada vez más, son muy frecuentes los trastornos en el funcionamiento de esta glándula básica para nuestro organismo. Los problemas que afectan al tiroides pueden alterar  nuestro ritmo diario si no los controlamos. Te presentamos una «guía» con las ideas principales que has de conocer.

Para presentarnos: el tiroides es una glándula endocrina, esto quiere decir que las sustancias que segrega pasan directamente a nuestra sangre, que se sitúa en el cuello y tiene forma de mariposa. Pesa entre 20 y 25 gramos y se encarga de producir las hormonas T3 y T4, que recorren todo nuestro cuerpo.

Su función básica es «segregar hormonas que preparan a nuestros tejidos (nuestro  cuerpo) para cualquier actividad del organismo», nos explica el doctor José Ramón Polo, uno de los mayores expertos españoles en cirugía tiroidea.

Lo que más nos afecta

Las alteraciones en esta glándula son variadas, pero las más comunes y que con mayor frecuencia se dan entre la población son los nódulos y el hipertiroidismo.

Los Nódulos. Los llamados «bocios» o bultos en el cuello son inflamaciones del tiroides. A veces sólo aparece un único bulto que debe ser tratado. «Más del 90% de estos bultos son tumores benignos pero en algunas ocasiones pueden derivar en un cáncer», relata el doctor Polo.

Las alarmas no deben saltar. La inmensa mayoría de estos cánceres son curables simplemente con cirugía (no se necesitan tratamientos de quimioterapia o radioterapia, en principio). Y sólo una mínima parte de los tumores son cancerígenos.

Si aparecen varios bultitos (el llamado bocio multinodular) es por que nuestro tiroides está creciendo (la glándula en sí misma) y este aumento de tamaño, a parte de antiestético, puede presionar nuestras vías respiratorias.

En la mayoría de los casos, un endocrino puede controlar estos nódulos simplemente con un tratamiento hormonal.

El hipertiroidismo es otra de las alteraciones más frecuentes de la glándula. El tiroides produce hormonas en exceso y esto hace que nuestro organismo vaya acelerado.

Sentimos que estamos nerviosos, ansiosos, sudamos más y adelgazamos a pesar de una buena alimentación.

«En el 80% de estos casos las medicinas bastan para regular de nuevo la función del tiroides. En última instancia, se recurre a la cirugía», asegura el experto José Ramón Polo.

Hoy en día, las hormonas tiroideas son simples y baratas de elaborar. Su uso en tratamientos es continuo, no conllevan riesgos (olvido de una dosis, necesidad de inyectarla como insulina…) y no tienen efectos secundarios.

Si tienes problemas de tiroides o notas que tu metabolismo va acelerado o por el contrario, estás aletargado y cansado, acude a tu médico sin temor. Regular el funcionamiento de esta glándula es vital pero también fácil, gracias a los avances de la medicina.

 

¿Sabías que…?

Las alteraciones de tiroides afectan más a mujeres porque son más ricas hormonalmente y hay mayor interacción en el sistema neuroendocrino.

A los niños pequeños que heredan genéticamente una alteración conocida como RET protocongés se les extirpa el tiroides para evitar que desarrollen cánceres con el paso de los años.

Los tumores en las tiroides están relacionados con la radioactividad. En los últimos diez años los cánceres derivados de esta glándula se han multiplicado por cien, se cree que debido al uso de móviles, satélites, rayos x,…

Por la misma causa, estos tumores de desarrollaron sistemáticamente en gente expuesta a radioactividad: mucha de la población de Chernovil, de Hiroshima, de Nagasaki…

Sus alteraciones hormonales ocupan el tercer puesto del ránking de enfermedades tratadas por endocrinos.

En países desarrollados como España, las operaciones de tiroides ocupan el cuarto puesto en las listas de espera para intervenciones quirúrgicas (se realizan con muchísima frecuencia).

El 90% de las intervenciones en quirófano para extirpar tiroides es innecesaria. Se trata de una cirugía preventiva para evitar evoluciones negativas de la glándula.

EFE/Reportajes

Publicaciones Relacionadas