Campamento frente al palacio Nacional sigue en pie de lucha por las tres causales en el código penal, su principal motivo es para que disminuya la muerte materna. En foto: Sergia Galván. Hoy /Arlenis Castillos /25 /03/2021.
Galván recuerda mujeres tienen derecho a la vida
Defensores de la despenalización de las tres causales del aborto sostienen que su lucha se acopla a la Constitución, puesto que el derecho a la vida, la salud y la integridad también asiste a las mujeres embarazadas.
Sergia Galván, vocera de la Coalición por la Vida y los Derechos de las Mujeres y del colectivo Apoyo a las Tres Causales, entiende que el artículo 37 de la Carta Magna, que establece que el derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte, no obstaculiza la lucha por las tres causales del aborto.
Recordó que la propia Constitución de la República establece que cuando dos derechos fundamentales entran en conflicto, se debe realizar una ponderación y, a su juicio, debe dársele prioridad a la vida de la mujer por encima de la criatura en gestación.
Contra el “privilegio”. La activista reiteró que esta causa social, representada en estos momentos por el campamento montado frente al Palacio Nacional desde hace 18 días, también procura la eliminación del “privilegio” al que tienen acceso las mujeres de clase pudiente que pueden realizarse un aborto en centros especializados, incluso en el extranjero, frente a las pobres que deben recurrir a clínicas clandestinas o a tratamientos caseros inseguros.
“Ese 13 por ciento de mujeres que mueren a causa del aborto en condiciones de riesgo son las mujeres pobres y eso es lo que nosotros queremos romper también, ese sistema de privilegios”, aseguró Galván, quien señala que esa es la tercera causa de mortalidad materna en el país.
Sostuvo, además, que la penalización absoluta no previene el aborto, mucho menos el que se realiza en condiciones de riesgo.
“La prohibición absoluta del aborto ha sido una medida ineficaz”, enfatizó.
En cambio, afirmó que para prevenir esta práctica se requiere de educación sexual en las escuelas, disponibilidad y acceso a los métodos anticonceptivos, y el establecimiento de programas amplios de salud sexual y reproductiva.