Procedimientos diagnósticos y su importancia clínica en cardiología

Procedimientos diagnósticos y su importancia clínica en cardiología

Debido a que la decisión final del médico debe ser consecuencia de la integración de toda la información recibida a través tanto de la clínica como de las técnicas diagnósticas complementarias, hemos destinado este espacio a destacar la utilidad de cada uno de los procedimientos de diagnóstico y tratamiento cardiovasculares, detallar su forma de realización y qué parte del diagnóstico nos ayuda a aclarar, a fin de concienciar a la población sobre la importancia de realizar los mismos una vez han sido recomendados por el facultativo.

Es muy frecuente ver en la práctica clínica diaria cómo un elevado porcentaje de indicaciones de estudios para confirmación de sospechas diagnósticas no son realizados oportunamente, quizás en la mayoría de las ocasiones debido a desinformación y falta de conocimiento sobre los mismos.

En el área de la cardiología clínica contamos con varios procedimientos diagnósticos y terapéuticos de importancia capital para poder diagnosticar y tratar efectivamente las diversas patologías propias de dicho sistema. Estos procedimientos se han subdivididos en dos grandes grupos: no invasivos e invasivos.

Como la mayoría de procedimientos iniciales pertenecen al primer grupo, los no invasivos, vamos a explicar en detalle cada uno de estos a continuación:
Electrocardiograma. Es el procedimiento básico y fundamental para iniciar la investigación de cualquier dolencia cardiovascular, por lo que será indicado rutinariamente a todo paciente que manifieste síntomas propios de este sistema. Es la representación gráfica de las fuerzas eléctricas que trabajan sobre el corazón para que se produzca el ciclo cardiaco de bombeo y llenado con un patrón conocido de pulsos eléctricos cambiantes reflejando exactamente la acción del corazón. Dichos pulsos son recogidos a través de electrodos pegados a la superficie del cuerpo. La actividad del corazón representada por ondas características puede así ser evaluada instantáneamente por un monitor, o impresa en papel milimetrado para su estudio posterior. Desde su invención, esta ha sido la herramienta más útil para el cardiólogo, siendo imprescindible para el diagnóstico de arritmias cardiacas y de extrema importancia para detectar enfermedades de las arterias coronarias, de las válvulas cardiacas y del propio músculo cardiaco en sí y las membranas que lo envuelven. La realización del mismo en indolora y el proceso se completa en pocos minutos. La forma más frecuente de hacerlo es con el paciente acostado en reposo, pero también existen formas dinámicas y portátiles como las pruebas de esfuerzo y el monitoreo holter, las cuales se auxilian básicamente del electrocardiograma para su realización.
Ecocardiograma: Es una técnica diagnóstica de imágenes, no invasiva, que utiliza el ultrasonido para visualizar las estructuras cardiacas y los grandes vasos.

La visualización del corazón se puede efectuar a través de la pared torácica, en cuyo caso se denomina ecocardiograma transtorácico (ETE), o a través del esófago, denominándose ecocardiograma transesofágico (ETE).

Procedimiento de ecocardiograma

El ecocardiograma transtorácico utiliza los principios del ultrasonido, onda acústica cuya frecuencia está por encima del límite perceptible para el oído humano, manejándose como un haz que adquiere propiedades propias de la luz: se refleja, refracta y puede retornar una proporción del ultrasonido que se hace viajar a través de los tejidos del organismo. Se produce con un cristal especial que vibra eléctricamente; al apoyarlo en la pared de un órgano, viaja y en la medida que se va encontrando con distintos órganos, una parte regresa a un transductor, según la demora y la cantidad de ultrasonido que se devuelva, el computador grafica las imágenes en tiempo real. Las imágenes que se obtienen pueden ser de distinto tipo: modo M, bidimensional, doppler color y de tejidos, tridimensional.
Debido a todas las características mencionadas, el ecocardiograma es una prueba diagnóstica fundamental en cardiología, ya que ofrece una imagen en movimiento de la actividad cardiaca y aporta información relevante acerca de la forma, tamaño, función y fuerza del corazón.
Además ofrece información fiable sobre el grosor y movimiento de las paredes cardiacas, y, sobre todo, del funcionamiento de sus cuatro válvulas.
También define con exactitud las características de la circulación pulmonar y sus presiones, la forma y tamaño de la arteria aorta desde su nacimiento en la base del corazón, hasta su porción proximal y sus ramificaciones o bifurcaciones hacia la circulación general, y sobre el pericardio que es la membrana que lo recubre y en ocasiones puede acumular líquido en mayor cantidad de lo habitual.

Estructuras evaluativas para diagnóstico

Todas estas estructuras evaluadas en un ecocardiograma convencional y las informaciones que derivan de dicho análisis en un ecocardiograma correctamente informado, le confieren a este procedimiento un sitial preponderante dentro de la cardiología actual, de manera que es prácticamente imposible definir un diagnóstico cardiovascular final sin la realización adecuada del mismo.

Por ser esta una técnica dependiente en gran medida del operador o médico que la realiza, el mismo debe acogerse a los estándares internacionales y a las guías que rigen la realización correcta del mismo, emanadas de las sociedades y escuelas de Ecocardiografía Americanas y Europeas que son quienes trazan dichos lineamientos a nivel mundial. Por lo mismo, al seleccionar una institución para la realización de un ecocardiograma, deberíamos acudir a una institución que se apegue a dichas normas y exija a quienes los realicen actualizaciones periódicas de sus programas y técnicas de realización del personal y de los equipos a utilizar.

Aparte de la cantidad de información que aporta el ecocardiograma, y el breve tiempo que requiere su realización, este estudio brinda comodidad al paciente, pues se realiza recostado en una camilla de posición con vestimenta cómoda; no produce dolor, ni efectos secundario ni emite radiaciones. Además está aprobado para su uso en embarazadas, niños y envejecientes, sin restricciones.

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