Sabemos que existen dos formas de donaciones: las cadavéricas y las de personas vivas. Para cada una hay un procedimiento diferente. Los vivos pueden donar órganos pares o segmento de hígado, siempre y cuando tengan relaciones o parentesco con el receptor hasta la cuarta generación, así lo contempla la ley, aclara Alexander Altman, quien pertenece al Instituto Nacional de Coordinación de Transplante (INCORT).
En caso de que aparezca un donante vivo que no sea familia, debe ser autorizado por el Consejo Nacional de Trasplante (CNT).
Pero con las donaciones cadavéricas es otro tipo de proceso. De esta forma cualquiera puede ser donante, lo único que hay que hacer es plantear en una reunión familiar, sus deseos de que en caso de su fallecimiento usted quiere donar sus órganos, añade Altman.
Pero no todos los fallecidos son potenciales donantes. Para el INCORT, estos solamente aparecen en las unidades de cuidados intensivos, donde se puede identificar rápidamente su muerte encefálica (cese total de las movimientos del sistema nervioso central), lo que es imprescindible determinar antes de proceder a extraer los órganos.
De todos los fallecidos en un hospital, llegan a la muerte encefálica no más de un 4%, y de esos, poco más de un 50% se convierten en donantes reales. Primero se hacen todas las pruebas de lugar para identificar cualquier infección aguda, tumor que pueda transmitirse al receptor del órgano. Este proceso es bastante costoso, además del mantenimiento del cadáver para que los órganos estén bien oxigenados con fármacos estimulantes, de modo que estén en condiciones para el trasplante, explica el especialista.
Si el donante es joven, el órgano puede durar aproximadamente 36 horas antes del transplante, pero lo regular es 24 horas. El corazón no dura más de 4 horas; el hígado, no más de 6, y el riñón resiste hasta 36 horas, agregó.
El coordinador del programa de transplante es la figura clave en el proceso del transplante; es el encargado de toda la evaluación, su misión termina cuando despacha el órgano al centro donde se va a implantar, si el centro no es transplantador,
Luego de este diagnóstico, se requiere la autorización de un médico forense para la extracción de órgano, así como la del director del hospital, además de avisar a los familiares y avisar al equipo responsable de extraer los órganos.
Existen en nuestro país centros portadores de órganos y transplantadores, y con ambas funciones tales como: CECANOT, Darío Contreras -el más grande generador-, Moscoso Puello, Luis E. Aybar (Morgan), Plaza de la Salud, Vinicio Calventi, Ney Arias; en Satiago, el Cabral y Báez, y en La Vega, el Juan Bosch.
Lista de espera. Para esto hay que hacer todos los análisis de lugar, tener una prueba muy particular que se llama histocompatibilidad (HLA); se requiere el código histológico a base de lo cual se busca un órgano. Si aparece un posible donante, se busca dos o cinco personas compatibles con esta persona.
No hay preferencia en la lista de espera, no importa el nivel social, económico, raza, excepto los niños: ellos tienen privilegios, manifiesta Alexander Altman.
El único requisito indispensable es la autorización de un especialista en cada caso, quien debe indicar si resistirá la cirugía.
Avances. Según datos de la agencia Efe, científicos del King’s College de Londres desarrollaron un método capaz de prolongar la vida fuera del cuerpo de los órganos destinados a trasplantes.
El método consiste en aplicar a la superficie interna de los riñones de un donante una capa protectora hecha con una substancia que es un regulador natural de ciertas proteínas, indican.
Sin riesgos
Se tiene sumo cuidado con el manejo de cada órgano: un correcto lavado, la preparación de los tejidos, su envoltura. La sobrevida, es decir, el funcionamiento perfectode este órgano será un promedio de 10 y 15 años (a veces hasta 30 años), informó el doctor Giomar Figueroa, coordinador del programa de transplante.