Procedimientos para llegar a un común acuerdo

Procedimientos para llegar a un común acuerdo

Como en las últimas semanas he estado comentando los asuntos políticos, el título es engañoso. Al caray con la política. Por más que escribamos, los protagonistas viven haciéndonos “güitititío guatatáo” sin hacer ningún caso. Mejor ocupémonos de cosas importantes. Como, por ejemplo, ¿qué mensajes oyen nuestros hijos en la música que prefieren?

Una de las más populares bandas de rock en español es Panda, de Monterrey, México, que data de 1996. Han producido tres álbumes con cierto éxito, incluyendo discos de platino. Se les ha acusado de plagios, pero gozan comoquiera de una inmensa popularidad. He escuchado su música, y a mi juicio su mejor pieza es “Procedimientos para llegar a un común acuerdo”, una desgarradora canción que reniega del amor a favor de los impulsos hormonales que llevan a la cópula.

Sus letras, afines al pensamiento de muchos adolescentes, comienzan declamando: “Soy poco superficial  y me manejo en la promiscuidad”. ¡Diantre! Pero lo que sigue es mejor (o peor). Con una música realmente motivadora, en un despliegue de rock admirablemente bien logrado, el cantante explota: “Sé que quieres, yo también (si te voy a hablar con la verdad), te pongo a sudar y lo finges bien (para no perder el tiempo más); si quieres prudencia a nadie le diré y con elegancia yo te lo daré.

Sé que me quieres tener, y yo te prometo, prometo no hablarte de amor. Me quieres tener. Tu cuerpo descomunal, sin indumentaria, lo quiero con todo respeto palpar”. La “manituosidad” sería “con todo respeto” y la garantía de “prudencia” sería que no le hablaría de amor. ¿Será una cosa buena que en la evolución de la especie humana para ejercitar el descubrimiento carnal haya que prometer la distancia del desamor?

El sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser; el sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear; el sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo; estas son las tres primeras acepciones del diccionario para la palabra “amor”.

Quizás en el amor, como en la política, no importa nada. Sólo lograr el gusto propio. ¡Qué metáfora tan extraordinaria!

Los políticos nos quieren como dice Panda…

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