Proclamación unitaria

Proclamación unitaria

DIÓMEDES MERCEDES
Tras las lluvias de mayo, lavando suciedades de 40 años, junio hace la metamorfosis con la que aquí óvulos y semillas fértiles fecundan esperanzas de abundantes, variadas y nutridas cosechas sociales e independentistas.

Las hojas del tiempo acumuladas, convertidas en humus en las conciencias de hombres y mujeres maduros y en especial de jóvenes de vigorosos, sanos, patrióticos y renovadores empeños, uniéndonos y rescatando el sentido de complementariedad de las viejas prácticas de las «juntas» campesinas y barriales, consistentes en transformar la debilidad individual en fortaleza por vía de la solidaridad colectiva, han hecho de este junio un mes nuevamente especial. Asistimos a un reencuentro generacional e histórico, a través de la firma del compromiso de honor con el que, este pasado domingo, hemos pactado, unificar y empoderar a la nación para su reivindicación nacional, jurando ante la trayectoria de dignidad de los vivos y de los muertos, que triunfaremos ante los impostores y los serviles, títeres del nuevo orden colonial y ante sus amos. Juramos la restauración de la soberanía, de la identidad, de las libertades, de la independencia y de las reivindicaciones de los excluidos y excluidas, trabajando para la unificación del país contra el despojo y la corrupción, bajo una democracia participativa.

Este citado acto multisectorial y multigeneracional en el que nos congregamos poco más de mil delegados, selectos e invitados especiales, (acto en el que significativamente estuvieron ausentes las fundaciones patrióticas atrapadas en sus propias cumbres y méritos, pero más por los sedantes de la Comisión Permanente de Efeméridas Patrias que las absorbe) nos hizo sentir que nacíamos solos, pero fuertes desde la matriz que gestó los acontecimientos que son nuestros inspiradores, por las mismas causas por las que se inmolaron nuestros antecesores.

El liderazgo de las ideas recogidas y las que surgen de la percepción social para transformar nuestra realidad, las hacen invencibles. El holocausto de Hitler, con los seis millones de judíos incinerados o muertos sometidos a trabajos forzados, reforzaron por todo el mundo y más que nunca al disperso pueblo de Israel, cuyo rol actual no compartimos. Así nosotros, como lo decía nuestra Any de Almonte, interpretando en el evento a Minerva Mirabal, «podrán ellos cortar todas las flores a su alcance, pero nunca podrán detener la primavera». Hay actitudes colaboracionistas que están en contradicción con los estandartes de nuestros héroes y contribuyen a un mayor descreimiento y confusión en la conciencia patria.

Sin predicar monaquismo, porque el proceso abierto se irá expandiendo en su construcción con la sinergia de innúmeros actores y sectores concurrentes, ocurre que en el frente político que es su vanguardia, se es llama viva o se es ceniza. Los progresistas no tenemos puertas cerradas excepto a los envilecidos, delincuentes, títeres gobernantes, lavadores de activos, traficantes, corruptos, y a quienes de cualquier forma les sirvan para beneficiarse económicamente. Nuestra atención especial va a la convocatoria del sector productivo nacional, a los sectores de la clase media y al pueblo en sus macro y micro representaciones. Dentro de ellos nuestro acompañamiento a los marginados y marginadas, ignorantes víctimas del clientelismo de las cúpulas políticos y del poder. También es nuestra tarea hacer que entren en el escenario económico, social y político, con garantías de su participación y de sus derechos, la población joven y las mujeres, como ciudadanos plenos de la República, aquí y en el exterior.

De lo último deviene la importancia de la identidad dentro de la transculturización que nuestras relaciones con el mundo nos aportan; pero buscando dentro de ella que nuestra identidad se enriquezca pero no se borre al adquirir mayores dimensiones que las del ambiente de la aldea.

Este día 12, en tributo a los héroes del 14 de junio de 1959, hicimos la proclamación del Movimiento Unitario, nombre provisional con el que nos hemos vinculado diversos sectores políticos, sociales y personalidades. Para el próximo 25 de este mismo mes, en un acto de dominicanos y dominicanas de varios Estados de Norteamérica y de condados de Nueva York, se proclamará, igual que aquí se ha hecho, el Movimiento Unitario. El 26 de junio, día domingo a las 10:00 am frente al Monumento de los Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo, en acto solemne y complementario del efectuado en el Hotel V Centenario, se procederá a presentar al país la bandera, el nombre, el logo y los colores de la lucha para la actual liberación política y social de la nación, enfrentando el molde neoliberal, a sus partidos, a sus gobiernos y a sus instituciones interventoras. Invitamos a los medios y a las gentes, que no parasitan de lo negativo del bloque social dominante, a que nos acompañen en este paso político con el cual nos comprometemos frente a los enemigos históricos de nuestro pueblo.

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