POR MARIO MÉNDEZ
El sector de la pequeña empresa dominicana no sólo ya está poniendo atención a los problemas del día a día que afectan su desarrollo, sino que también está pensando en los problemas que puedan incidir en el futuro sobre las unidades de producción que producen a menor escala y que se ven obligadas a competir en condiciones muchas veces muy desventajosas con respecto al entorno en que operan tanto la pequeña como la gran empresa en otros países.

La muestra más elocuente del rol más activo y consciente de la pequeña empresa dominicana, la tenemos en dos importantes documentos que acaban de producir un grupo de instituciones de apoyo a las micro y pequeñas empresas de la región norte (Alianza Mipymes Región Norte) en torno al Tratado de Libre Comercio entre los Estados Unidos, Centroamérica y la República Dominicana o DR- CAFTA.

En el primero de esos documentos, titulado el «Manifiesto del Cibao sobre el DR-Cafta» y acordado en un encuentro entre representantes del sector que fue definido como histórico, las organizaciones firmantes, «representativas de los sectores productivos, Agropecuarios, industriales, sindicales, profesionales, académicas, populares y organizaciones de la sociedad civil de la región del Cibao y del país, altamente preocupadas por la forma excluyente y en condiciones de asimetrías en que se ha ido impulsando al vapor, el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centro América y República Dominicana», expresan su decisión de «iniciar un proceso de consulta, información, y movilidad social, propositito, a los fines de que la población dominicana y en particular su ciudadanía, participe como sujeto activo y decisivo, en la toma de todas aquellas decisiones, que en materia de acuerdos comerciales comprometan el futuro de la nación».

Advierte el documento que «las autoridades de la nación, motivados por grupos de interés económico en unos casos y geopolíticos en otros, comprometieron la nación, en una decisión de adhesión al tratado de libre comercio que ya habían negociado Estados Unidos y los hermanos países de Centro América, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala, dando por hecho que esta adhesión sería beneficiosa para el país, sus sectores productivos y la clase trabajadora, pero sin los debidos estudios de impactos y sin la debida información a la ciudadanía que representan».

«Hoy, que el DR-CAFTA ha sido ratificado por los espacios legislativos norteamericanos y por parte de tres de los países de Centro América, en la República Dominicana, a amplios sectores, se nos crea una gran incertidumbre, sobre cuál será el impacto que tendrá sobre la nación toda, este tratado de libre comercio, sobre todo, por las asimetrías que tienen nuestra economía y sectores productivos y sociales con respecto a Estados Unidos y por la existencia aún de las políticas proteccionistas, de subsidios que existe en este país, y por la preocupante propuesta del Banco Mundial, de que sobre todo, el sector arrocero nacional, empiece a ser desmontado antes de los plazos previstos y sustituido, lo que implica que la seguridad alimentaria de nuestra nación, en particular de este cereal, quede en manos del mercado internacional», expresan las organizaciones firmantes del documento.

«Atendiendo a la desinformación que existe en la nación toda sobre las ventajas y desventajas que implican para la nación dominicana el DR-CAFTA, derivada de la falta de estudios de impactos integrales y con visión de Estado, y dado que sólo se ha consultados a reducidos sectores económicos de la nación», las organizaciones firmantes del manifiesto proclaman que están demandando del gobierno y los legisladores lo siguiente:

«1. Que el Congreso solicite al Ejecutivo su valoración sobre cuáles serían los impactos del DR-CAFTA, quienes ganarían y quienes perderían con el Tratado; evaluación que debe partir de una visión de Estado y no de intereses parciales de la nación.

2. Que el Congreso nacional llame a vistas públicas y llevar el debate a las regiones, propiciando la información y la participación de los sectores más implicados, a niveles provinciales y regionales.

3. Que la población y sus organizaciones, así como las asociaciones de productores y productoras, sobre todo las micro, pequeñas y medianas, reciban más y completas informaciones sobre el contenido del tratado.

4. Que nuestros legisladores, Diputados y Senadores, que nos representan, actúen en función de las señales que les están enviando sus representados y no en función de intereses particulares o de acuerdos realizados al margen de la institucionalidad del país. El DR-CAFTA y sus implicaciones, trasciende el escenario de dos partidos políticos y se amplia al ámbito de la nación toda.

5. Alertar a nuestros gobernantes, Ejecutivo y congresistas, Diputados y Senadores, de que tienen en sus manos el destino de la nación con la decisión sobre el DR-CAFTA y que en sus hombros pesa una gran responsabilidad histórica, del impacto que tendrá este tratado, en la nación toda».

«Como resultado de este encuentro histórico, las organizaciones participantes, hemos tomado la decisión de declararnos en vigilia social permanente y constituirnos en la Consultada Dominicana, para garantizar que todas las decisiones que tomen nuestras autoridades nacionales sobre el DR-CAFTA y otros acuerdos comerciales, sean tomadas en función de estudios integrales de impactos y con la amplia participación de la nación, para evitar que intereses parciales decidan sobre los intereses nacionales», afirman.

Las organizaciones representantes del sector de la pequeña empresa afirman que se decidieron a firmar el Manifiesto del Cibao sobre el DR-Cafta «como testimonio de responsabilidad empresarial y ciudadana».

El documento fue firmado en el Ateneo Amantes de la luz, ciudad de Santiago de los Caballeros, el día tres del presente mes de agosto.

Las organizaciones firmantes son la Unión de Asociaciones de Caficultores del Norte (UNACAFEN), el Comité de Emergencia Agropecuaria, el Centro Universitario Regional de Santiago (CURDA-UASD), la Fundación Laboral Dominicana (FLD), la Federación Nacional de Productores de Arroz (FENARROZ), la Consulta Dominicana sobre Acuerdos Comerciales Alianza Mipyme Región del Cibao, la Federación de Caficultores de la Región Sur (FEDECARES), la Confederación Nacional Campesina (CONFENACA), Coordinadora de Mujeres del Cibao (CMC) y la Fundación Mujer Iglesia.

También firmaron el documento el Núcleo de Apoyo a la Mujer (NAM), la Asociación de Industriales Textiles del Cibao (ASITEC), la Asociación de Industrias Metal mecánicas y Metalúrgicas (ASONAMECA CIBAO), la Asociación Nacional de Industrias del Mueble, Colchones y Afines (ASONAIMCO), la Asociación de Productores de Zapatos de Santiago (ASOPCALSA), la Asociación de productores de Pan de Santiago Cooperativa Juan Pablo Duarte (SAJOMA), el Núcleo de Productores de Sajona, Frente Amplio de Lucha Popular (FALPO), el Núcleo de Productores de Restauración, el Núcleo de Productores de Altamira, el Núcleo de Productores del Mamey, Los Hidalgos y Asociación de Caficultores de Jarabacoa Asociación de Caficultores Juncalito.