La directora del Instituto Nacional de los Derechos del Consumidor (Proconsumidor), Altagracia Paulino, dijo ayer que los despojos de  aves usados  para hacer embutidos  no son malos y no afectan a la salud, pero una cosa diferente es decir que es producto de cerdo.

“El salami es de despojos de pollo y pavo y la etiqueta debe decirlo. En eso nosotros estamos en la defensa de la gente, de que lo que diga la etiqueta tiene que ser el producto que se venda, porque entonces hay un engaño”, señaló.

Expresó que  desde  hace tres meses, antes de que saliera a la luz pública la información, ProConsumidor está recogiendo las pruebas para hacer los análisis  de calidad y contenido de los embutidos.

“Porque si realmente hay un engaño a la población, nosotros no lo vamos a tolerar”, sostuvo

“Estamos convocando a un grupo de químicos independientes, que se nos han ofrecido de voluntarios, para que avalen el estudio que estamos haciendo”, agregó.

Dijo que para enero se tendrá una respuesta sobre el uso de los despojos en los  embutidos, porque es un tema que preocupa a la población. Cree que quienes usan despojos en los embutidos no cometen un engaño per se.

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Poner lo que es

Altagracia Paulino dijo que a partir de las investigaciones que hagan, las fábricas de embutidos tendrán que poner la etiqueta como es, y “para eso estamos en alianza con Digenor y el Ministerio de Salud Pública. Aclaró que los embutidos hechos de despojos tienen sus nutrientes.