Con tres frentes abiertos al mismo tiempo, el caso Dican, el de Félix Bautista, y el asalto a Najayo, el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, tendrá que emplearse a fondo para dejar satisfechas las expectativas de una sociedad escéptica, que desde ya ha puesto en tela de juicio la solución de los procesos.

En el robo de los 950 kilos de cocaína en la Dirección Antinarcóticos de la Policía (Dican), donde hay involucrados dos procuradores fiscales adjuntos, Domínguez Brito tendrá que demostrar que su lucha contra la corrupción es auténtica y que “la ley entra por casa”.

Deberá además ser muy cauto y asegurarse de que en el paquete de imputados “están todos los que son, y son todos los que están”, y evitar, como sospechan muchos, “que la soga rompa por lo más delgado”.

Esta será una lucha muy difícil para el procurador, porque en el engranaje de la mafia que operaba en la Dican, ya se habla de exclusiones.

¿Un caso fallido? Con relación al Senador Bautista, para quien ha solicitado a la Suprema Corte de Justicia (SCJ) prisión preventiva y apertura a juicio de fondo por lavado de activos, el procurador tendrá que demostrar que su acusación “no es más que una inventiva de su siquis para promoverse como el zar ante la corrupción”, como afirmó Marino Félix, uno de los abogados del legislador.

Esto, sin contar con la fuerte presión que desde un litoral de su propio partido, el de la Liberación Dominicana (PLD), y desde otros sectores, se ha ejercido a favor de Bautista, quien es secretario de Organización del partido oficialista.

En este caso Domínguez Brito no la lleva todas consigo en la SCJ, donde hasta ahora las acciones encaminadas contra Bautista han sido fallidas.

Primero, el Pleno de la Alta Corte le rechazó la recusación al juez de la Instrucción Especial Fran Soto, quien posterior, y a solicitud de Bautista, levantó las Notas de Advertencias hechas por el procurador a bienes muebles e inmuebles de la Inmobiliaria Rolfi.

Ese mismo juez ha hecho caso omiso a una solicitud “apremiante” hecha por Domínguez Brito el 20 de noviembre a la SCJ para que emita orden judicial de medidas cautelares para los fondos y bienes muebles e inmuebles dellegislador sanjuanero.

La vida en juego Si como revelara César Medina, el asalto a la cárcel Najayo-Hombres el 27 de octubre, tenía como fin ulterior asesinar al procurador, cosa esta que Domínguez Brito no ha negado ni confirmado, hay que colegir que este caso, cuya investigación parece estar en el limbo, debe ser para él “priodidad 1A” resolverlo.

En este caso como en el de la Dican, el procurador no solo estaría enfrentado al poderoso sector del narcotráfico, sino también con la Jefatura de la Policía, cuyas diferencias han salido a relucir durante las investigaciones de ambos temas.

Dada la complejidad de estos casos, Domínguez Brito tendrá que hilar muy fino para, con suerte, salir airoso aunque sea solo de uno.

Toca esperar el desenlace de estos procesos, que enfrenta el jefe del MP.