El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, apeló ayer a la conciencia del juez Alejandro Moscoso Segarra para que el caso contra el senador Félix Bautista no quede impune, como ha ocurrido con muchos otros en el país, afirmando que con este la corrupción “rebosó la copa”.

Reiteró las conclusiones del Ministerio Público, consistentes en la solicitud de prisión preventiva para el senador y los demás imputados de actos graves de corrupción y lavado de activos, y su envío a juicio de fondo para que respondan por sus hechos ilícitos. En una intervención que tuvo al finalizar los debates del caso, Domínguez Brito dijo que es tiempo ya de perder “el miedo, la complicidad y la impotencia”, que en muchos casos hace a las instituciones frágiles y débiles.

Manifestó gran preocupación por el caso, señalando que “un corrupto es como la persona que tiene mal aliento, que solo el que está al lado se da cuenta». Sostuvo que el Ministerio Público probó que fueron desviados los fondos que eran para niños huérfanos, construcción de escuelas y gente necesitada.