El procurador de la república, Francisco Domínguez Brito, mostró preocupación por la rapidez como han sucedido los últimos hechos de sangre, no obstante lo atribuyó a un sicariato rústico
ligados a motivos pasionales y laborales.

Aclaró que dichas acciones aún no les han tumbado el pulso a las autoridades y que intensifican los esfuerzos para lograr controlar el pico alto en que se encuentra.