Salvajismo. Monseñor Jesús Castro Marte: asegura que estamos en un “espacio de salvajismo”, y lo más delicado es que es un salvajismo con gente preparada, lo que es una contradicción en una sociedad civilizada
“Descomposición social afecta sociedad dominicana”

Monseñor Jesús Castro Marte aseguró que la sociedad dominicana a través de la última etapa histórica que estamos viviendo “se observa una descomposición social en todos los niveles” y citó como ejemplo a la familia, “totalmente desintegrada y de ahí vienen las raíces de todos los problemas de relaciones humanas entre las parejas”.
Comentó que un hombre que asesina a su esposa piensa en las consecuencias que se derivan del hecho, “y él también se suicida”, lo que constituye “un problema de raíces muy profundas que uno tiene que descubrir. “La familia dominicana no está caminando bien, por varias razones. En primer lugar no se está educando a la sociedad dominicana para vivir en familia. ¿quién realmente educa en una sociedad? Lo hace el gobierno”.
Entiende que el Gobierno debe crear un ministerio dedicado totalmente al cuidado de fa familia, pues se ha creado el Ministerio de la Mujer, el de la Juventud, “pero el Ministerio de la familia cubre todo y el Estado debe preocuparse del funcionamiento de la familia, porque es un rol fundamental del Estado, pues si descubre que la familia está funcionando mal, que hay descomposición social, que hay muertes violentas entre las familias, entonces la raíz de uno de los problemas fundamentales de la sociedad dominicana es enfrentar con valentía esos problemas”.
Comentó que sectores como la Iglesia Católica, que desde su historia ha desarrollado e integrado a la familia, “pero se requiere de un esfuerzo de todos los sectores, de la sociedad civil, el Gobierno, es decir, un componente organizado para fortalecer la familia. Pero las cosas cambian porque hemos fragmentado a la familia y lo que se está creando es muchas divisiones en el núcleo familiar y fomentando también las divisiones. Lo que debemos desarrollar es la integración de los valores. Por eso uno de los grandes fallos de la sociedad es que el Estado no se preocupa por la integración familiar. Hay sectores como la iglesia, juntas de vecinos, grupos sociales que lo están haciendo, pero se necesita una política agresiva del Estado, con presupuesto, para integrar a la familia y las cosas van a cambiar”.
Refiere que un elemento en la descomposición social son los algunos medios de comunicación social y cita como ejemplo cuando una familia se reúne frente a la televisión y la programación incluye telenovelas “que proyecta violencia, engaño, presentando escenas de cómo los jóvenes se van orientando sobre el manejo de las drogas, como se vende, es decir, una serie de promoción que van tomando una conciencia negativa en la familia. Los medios de comunicación tienen una gran influencia en la familia”.
Otro factor negativo al que hace referencia monseñor Castro Marte es la integración de la familia en la escuela. “La familia tiene que integrarse a la educación de sus hijos, pero cuando se deja solamente a la escuela enseñarle costumbres, la moral y la ética, y deja a la familia fuera. Entonces estamos cojos. Por esa razón debemos integrar todo proceso de la familia en la educación de los hijos en la escuela, junto a la sociedad”.
Insiste en la necesidad de crear un ministerio para desarrollar la integridad de la familia; que los medios de comunicación social y las redes sociales proyecten valores, para que los niños vean algo diferentes. Un elemento importante es integrar a la familia al proceso de formación de los niños en la escuela. Eso sería muy bonito”.
¿Cuántas mujeres han fallecido por la agresividad de los hombres?, se pregunta. Opina que “eso es una barbaridad en una sociedad como la nuestra. Esos hechos de violencia no deben suceder. ¿Por qué? porque estamos en un espacio de salvajismo, y lo más delicado es que es un salvajismo con gente preparada, lo que es una contradicción en una sociedad civilizada que tiene tecnología de punta, con desarrollo económico, con un cuatro por ciento de educación, y aun así existe este salvajismo, particularmente contra un ser tan noble como es la mujer.
Esto demuestra, según Castro Marte “una gran descomposición social en nuestra sociedad, y te estoy hablando no de una instancia de clase social baja, sino que aquí entra la clase alta, media y baja, Con una sociedad así que no ha desarrollado el aspecto de las relaciones humanas, no se puede hablar de un desarrollo integral. Se puede hablar de que hay números, pero no podemos afirmar que hemos crecido en la calidad humana. ¿Qué es lo que escandaliza a una sociedad? Que no exista convivencia.

Construcción de Escuelas
“Hay una gran cantidad de escuelas construidas, pero a las autoridades les ha faltado estrategia de ubicación. En algunos lugares hay escuelas donde hay pocos habitantes y lugares donde hay muchos habitantes y no hay escuelas ¿Qué tipo de estrategia usaron para construir estos planteles escolares? Si esos terrenos lo buscó algún político para beneficiar algún sector, entonces andamos mal. La inversión que se hizo en la construcción de muchas escuelas fue en lugares aislados, distantes, con pocos habitantes. Eso es grave y se llama corrupción. A todos los responsables de eso hay que meterlos preso. Hay que desvincular la educación de los intereses políticos. Si los ministros son políticos, no van a avanzar porque van a los cargos con criterios políticos y politizan la educación dominicana y vamos a estar en el abismo constante hasta que desvinculen esa política partidaria en la educación dominicana. El cuatro por ciento de la educación no es para repartirlo a los funcionarios.