El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, afirmó ayer que la sustracción de objetos, drogas y dinero durante allanamientos es una cultura en el país que tiene que desaparecer. Dijo que muchas veces en esas requisas el Ministerio Público tiene que estar cuidando de que el delincuente no se vaya, y de que otros no se roben cosas.
Sin embargo, aseguró que en la desaparición de objetos en el allanamiento practicado en el residencial La Mulata III, en Sosúa, no se ha demostrado responsabilidad de ningún funcionario del Ministerio Público, sí de policías. Lo que hay es una responsabilidad penal de unos alemanes que tenían armas y problemas muy serios con otros alemanes, que violaron la ley, y de unos policías que se apropiaron de cosas que había y que no eran suyas. No hay ninguna prueba de que alguien del Ministerio Público se cogió un reloj o algo de lo que se perdió allí, subrayó Domínguez Brito.
Entrevistado luego de participar en una actividad organizada por la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), el procurador rechazó que la fiscal de Puerto Plata haya puesto en manos de un capitán de la Policía el control del allanamiento a los alemanes, como denunciaran los dos fiscales adjuntos que actuaron en ese caso.