El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, emitió hoy una orden de captura internacional, contra el sacerdote Alberto Gil, de origen polaco que dirigía una parroquia de Juncalito, en Santiago, acusado de abuso sexual contra menores de edad.
El cura fue acusado de abuso contra varios menores de edad, pero no ha podido ser sometido a la acción de la justicia porque abandonó el país, dejando varados a dos de estos menores en un aeropuerto de Italia, por lo que la Fiscalía de Santiago lo declaró en rebeldía.
A mediados de año, durante un allanamiento fueron encontrados en la habitación del cura, más de 50 colaless, así como algunas grabaciones donde se pueden observar menores involucrados en actos sexuales.
Según versiones las acciones del párroco han venido sucediendo desde hace largo tiempo. Alberto supuestamente hacia promesas de viaje a jovencitos de su comunidad, llevándose a varios a Polonia.
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Denuncia. El sacerdote polaco Alberto Gil Wojciech, de 36 años, fue denunciado ante el Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes y en la Unidad de Violencia de Género de la Fiscalía. El cura trabajaba con 180 niños en tareas de rescate. Aunque no hay una cifra precisa de cuántos se querellaron, inicialmente se habló de 14.