El Procurador General de la República Radhamés Jiménez Peña restó ayer importancia a la denuncia de que la ex funcionaria de la Consultoría Jurídica de la Unidad Antilavado de Activos, Sonya Uribe Moya, hizo negocios con miembros del entorno de José David Figueroa Agosto.
Dijo que la abogada solo incurrió en una falta ética cuando adquirió una yipeta marca Volkswagen a Mary Peláez, señalada como testaferro del fugitivo boricua.
El vehículo fue adquirido, según se evidencia en el reportaje de Nuria Piera, un mes después de que se hicieran públicas las actividades ilegales del hoy fugitivo con el hallazgo de US$4,5 millones en una yipeta de su propiedad.
En otro orden, Jiménez informó que será mañana, en rueda de prensa, cuando dará a conocer todo lo relativo al reciente viaje a Puerto Rico que realizaron los jefes de la Policía, Rafael Guillermo Guzmán Fermín, y de la Dirección Nacional de Control de Drogas, Rolando Rosado Mateo, junto al procurador adjunto Frank Soto, así como de los arrestos de siete supuestos sicarios ligados al boricua.
En relación con el informe que presentarán, Rosado Mateo y Guzmán Fermín se reunieron en el Palacio de la Policía por más de una hora, empero rehusaron ofrecer detalles de lo tratado porque, dijeron, lo reservarán para mañana.
Colaboración. Jiménez Peña afirmó que están dispuestos a colaborar con las autoridades de Puerto Rico en cualquier tipo de investigación.
Recordó que el país tiene acuerdo de cooperación jurídica con los Estados Unidos y que Puerto Rico es un Estado Libre Asociado a esa nación.
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Pulcra
La presidenta del Consejo Nacional de Drogas, Mabel Féliz, consideró que Uribe Moya trabajó con pulcritud y que su único error fue no haber notificado a tiempo la compra de la yipeta ni haber explicado que vendió su apartamento, por lo que tenía fondos.