El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, señaló ayer el robo, los atracos, el tráfico de drogas y la trata de personas como los delitos que se suman a los embargos ilegales y que afectan al turismo dominicano, tras revelar que rescataron a dos grupos de niñas y adolescentes que eran prostituidas y vendidas a turistas por sus propios padres en el municipio de Sosúa, Puerto Plata.
Dijo que en un operativo de hace dos semanas, encontraron a ocho niñas en una fiesta hecha solo para ellas, de entre 13 y 14 años. En otra, había siete menores de 15, 16 y 18 años, algunas vendidas por sus padres a turistas. Unas están al cuidado del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI).
Expresó que sectores determinados solo van a Sosúa en busca de prostitución sexual y de menores, con los que tiene guerra abierta. Denunció también que la prostitución haitiana es muy fuerte en la parte norte del país, dañando la posibilidad del turismo familiar en algunas playas.