El procurador general de la República dijo ayer que el proceso de extradición contra Ramón Antonio del Rosario Puente (Toño Leña) se encuentra en una especie de círculo vicioso que los jueces pueden frenar, porque se trata de “triquiñuelas” empleadas por la defensa del imputado para incidentar las audiencias.

 Radhamés Jiménez Peña  dijo que en el proceso hay una debilidad de término procesal, sin embargo, aclaró, que no hay nada que se le pueda atribuir a los jueces de la Cámara Penal de la Suprema Corte de Justicia debido a que son circunstancias provocadas por los abogados de Del Rosario.

“Creo que la SCJ le ha dado toda la oportunidad para que agote su derecho a la legítima defensa”, expresó el magistrado Jiménez Peña al referirse al proceso que continúa hoy a las 11:00 de la mañana.

 Un año en incidentes. Precisamente un día como hoy, el año pasado Toño Leña se vio la cara por primera vez con los jueces de la  SCJ y desde esa primera audiencia hasta la aplazada el lunes su  defensa ha provocado 10 aplazamientos motivados, en su mayoría, por el cambio de sus representantes legales. En el proceso, Del Rosario ha sustituido sus abogados en tres ocasiones, siendo la última el lunes cuando se presentó Pedro Duarte Canaán.