El presidente Danilo Medina tuvo la valentía que le faltó al expresidente Leonel Fernández para emprender un proyecto público de producción de electricidad con Punta Catalina, que aunque atente contra los privilegios del “cartel de generación eléctrica”, traería entre otras cosas, reducción en el precio del kilovatio/hora, aumento en la oferta eléctrica, desplazamiento de plantas eléctricas obsoletas, etcétera.
Como hemos establecido en muchas ocasiones, apoyamos que el Estado genere electricidad a bajo costo, con calidad necesaria y cantidad suficiente para satisfacer las expectativas energéticas del dominicano. Sin embargo, nunca estaríamos de acuerdo con que esa noble causa sea utilizada como vía de enriquecimiento ilícito para ninguna persona o sector en particular.
Comparto esto último, debido a lo introducido por la Procuraduría General de la República en el expediente de solicitud de imposición de medida de coerción y de aplicación del procedimiento especial para asuntos complejos sobre el caso de los sobornos de la empresa Odebrecht, en su página 14, numeral 17 y párrafo subsiguiente.
En la referida cita se establece claramente que tanto la termoeléctrica de Punta Catalina, como los proyectos que le preceden en ese apartado, fueron obras adjudicadas y otorgadas mediante el pago de sobornos a funcionarios.
A pesar de estar en el expediente lo anteriormente citado, no hay detenida aún ninguna persona que haya participado en el proceso de licitación, adjudicación y otorgamiento del proyecto de la termoeléctrica Punta Catalina.
La Procuraduría ha informado que esos sobornos fueron realizados a un diputado y a un senador, sin embargo, es propicio recordar que no es competencia de los legisladores adjudicar obras y en este caso, tanto la licitación, adjudicación y otorgamiento del proyecto de la termoeléctrica Punta Catalina fueron realizadas exclusivamente por la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales CDEEE, quien debe sentirse aludida por lo contemplado en el expediente.