El procurador general de la República y el ministro de Interior y Policía, abogaron ayer por una política de Estado que permita el desarme paulatino de la población, que comience por el porte, y reglamentar la tenencia con mayor rigor. Francisco Domínguez Brito y José Ramón Fadul dijeron que el país urge de acciones tendentes a una cultura de diálogo y de respeto a la vida entre la población.

Ambos funcionarios hicieron su planteamiento en el acto en el que se destruyeron más de 2,000 armas de fuego incautadas por su uso ilegal, entre ellas un fusil decomisado a Joaquín Antonio Pou Castro, el fenecido oficial del Ejército condenado por el asesinato del periodista Orlando Martínez, según se informó. “Necesitamos una República Dominicana sin revólveres ni pistolas con las cuales se matan nuestros hijos, padres y parejas; Centroamérica y el Caribe deben iniciar un movimiento regional de desarme; son nuestros países los que ponen los muertos y el dolor por el comercio legal o ilegal de armas”, dijo el procurador Domínguez Brito.

De su lado, el ministro de Interior y Policía favoreció que el desarme de la población civil se haga mediante una metodología que que impida que la ciudadanía quede desprotegida y en manos de la delincuencia. “Debe ser una política de Estado que inicie con el porte, ir regularizándolo hacia la tenencia, y luego reglamentar la tenencia con mayor rigor”, dijo Fadul. Con los restos de las armas trituradas será hecho un “monumento a la Paz”. Este trabajo estará a cargo de Ignacio Morales