Procuraduría versus Odebrecht: más que un circo, fue un teatro

Procuraduría versus Odebrecht: más que un circo, fue un teatro

Millizen Uribe

Como nación, los dominicanos no podemos pasarnos toda la vida como el perro que, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, se da la vuelta sobre su misma cola.
Mi generación está altamente interesada en que, de una vez y por todas, este país, sus instituciones funcionen y sean entes de garantías del bienestar colectivo, no de grupitos.
Afortunadamente, hoy la ciudadanía dominicana está más consciente que nunca de que lograr esa, o cualquier meta país, es imposible si no se combate el flagelo de la corrupción y se le pone fin a la impunidad.
Siempre he sabido que para eso es vital contar con un Ministerio Público independiente. Lo que ha pasado con el caso Odebrecht lo confirma.
Desde el mismo momento en que la Procuraduría dio a conocer los imputados, algunas personas dijeron se trataba de un circo. Pusieron de ejemplo la espectacularidad con la que se ejecutaron los arrestos: se grabaron y se dieron a los medios. ¿Por qué se hizo así si las autoridades, expertas en derecho, sabían que eso violaba la ley? ¡Qué coincidencia! Este fue uno de los argumentos usados por los abogados defensores para pedir liberaran a sus clientes.
Cuando se dio a conocer el expediente, esas mismas voces, esos mismos sectores lo criticaron porque estaba plagado de errores. ¡Otra coincidencia! La estrategia de la barra de la defensa fue desacreditar el expediente.
Pero, como dicen, en política hay cosas que se ven y otras que no se ven. Todo indica que esa no fue la estrategia solo de la defensa, sino que el mismo Ministerio Público apostó a la impunidad sometiendo, después de tantos meses de supuesta investigación, un expediente que ciertamente era un mamotreto, tal vez para que el caso se caiga solo. No sería la primera vez que se usa la táctica de expedientes mal instrumentados para que no prosperen en la justicia.
La teoría cobra más fuerza si tomamos en cuenta que aquí los procuradores siempre han sido dependientes del poder político, que los ha usado políticamente, porque es el Poder Ejecutivo, quien los nombra. Por eso no es un secreto ni una ofensa recordar que el procurador es un funcionario del Presidente de la República y que, por ende, se debe a él, máxime cuando son compañeros de partido, como es el caso.
Por eso, no nos llamamos a engaño cuando afirmamos que lo del Ministerio Público, más que un circo, fue un teatro. En el primero, aunque sea para divertir, se trabaja. En el segundo solo se actúa y se juegan papeles falsos.
De lo contrario, ¿Cómo se explica que las Procuradurías de los demás países donde Odebrecht pagó sobornos hayan podido armar expedientes robustos y República Dominicana no?
Lo único que esto demuestra es que la Marcha Verde tenía razón cuando señalaba que este caso debía ser investigado por fiscales verdaderamente independientes.

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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