Por MARIEN ARISTY CAPITAN
Los importadores que traigan al país sal sin yodar serán penalizados por las autoridades como parte de un programa que están desarrollando las secretarías de Salud Pública y de Educación para prevenir el consumo de este tipo de sal.

Esta es una de las medidas que se están tomando para lograr una de las principales metas que tiene Salud este año: que para toda la sal que se consuma en el país esté debidamente yodada.

Con esto se evitarán los principales efectos de la sal sin yodar. Entre ellos, el que los niños crezcan sin el desarrollo intelectual que necesitan para tener un buen rendimiento académico.

Así lo explicaron los titulares de las carteras, el doctor Bautista Rojas Gómez y Alejandrina Germán, quienes sostuvieron que las dependencias que dirigen están llevando a cabo el programa “Escuela Centinela”, gracias al cual se le enseña a los estudiantes cómo vigilar el proceso de yodación de la sal.

Es que, mediante un reactivo que les entrega Salud, los alumnos pueden comprobar si la sal que van a consumir contiene o no la cantidad de yodo requerida para que sea saludable.

Germán apuntó que Mercasid regalará a los estudiantes del octavo y de los cuatro cursos de media un libro que fue escrito por Celio Guerrero para enseñar a los jóvenes a comer correcta y balanceadamente. Los textos fueron entregados durante el acto por Carlos Manuel Bonetti.  Por otro lado, Rojas Gómez explicó que el programa se ha implementado en 469 centros educativos. Para ello, han sido capacitados 143 maestros y se involucró a 94 mil estudiantes en todo el territorio nacional.

Tras indicar que los niños que no tienen una dosis de yodo adecuada asimilan menos las clases, Rojas Gómez subrayó que además presentan hipoactividad y una disminución de su metabolismo. Esto se traduce, posteriormente, en deserción escolar.

“Esa es la expresión de la falta de yodo, una sustancia indispensable para el funcionamiento de las glándulas tiroides que son las que determinan la actividad del ser humano. En esta primera etapa de la vida es indispensable para asimilar los conocimientos, dijo Rojas Gómez agregando que la forma ideal de consumirlo es a través de la sal.

En los adultos, subrayó Rojas Gómez, los síntomas son distintos: provocan bocio y deficiencias mentales. En el caso de las mujeres, los riesgos también incluyen la posibilidad de abortar o parir prematuramente. “Por ello se vinculó este tema al tema de la educación y la estrategia de la Escuela Centinela, que consiste en que los niños recojan la sal de sus casas, las lleven a la escuela y chequeen, junto a los maestros, si la sal está debidamente yodada”.

A pesar de la importancia del programa, Rojas Gómez sostuvo que en el año 2004 había caído en más de un 90%. Por ese motivo al menos el 10% de la sal que consumían los dominicanos no estaba yodada.

Actualmente, indicó Rojas Gómez, Salud y Educación están trabajando en la ampliación de la cobertura del programa. Aunque todavía no tienen estipulado en cuántas escuelas más se aplicará, el funcionario resaltó que intentarán abarcar todas las que puedan. Señalando que harán énfasis en las escuelas que están ubicadas cerca de las minas de sal, Rojas Gómez recordó que existen otros programas conjuntos con Educación. Entre ellos están los de vacunación y desparasitación. Además el de Escuela Saludable que se desarrolla en la región fronteriza del país.