ROMA (AFP) – El jefe de gobierno italiano, Romano Prodi, lanzó este martes en un discurso crucial una oferta de diálogo a todos los sectores de su coalición de centroizquierda, con promesas de subvenciones y de reforma de la ley electoral, para poder seguir gobernando.

En un discurso de media hora ante el pleno del parlamento, el jefe de gobierno italiano quiso convencer tanto a la izquierda más radical como a los sectores de centro moderados para que lo apoyen el miércoles durante un voto de confianza.

Seis días después de haber perdido el apoyo del Senado por su política exterior, por lo que tuvo que dimitir, Prodi enumeró las prioridades de su gobierno: familia, pensiones, política de paz, reforma electoral, ambiente y lucha contra el trabajo precario. El jefe de gobierno, que sufrió una grave derrota la semana pasada que lo condujo a la dimisión, solicitó que le renovaran la confianza para cumplir “los cambios y las reformas del país”, como le solicitó el electorado que lo eligió.

El apoyo a la familia y “el aumento de las pensiones más bajas” figuran entre los temas claves para lograr el voto de un tránsfuga, el democristiano Marco Follini, y de otros senadores vitalicios, entre ellos el influyente democristiano Giulio Andreotti. Prodi, que recibió el sábado por parte del presidente de la República Giorgio Napolitano una segunda oportunidad tras haber caído por su política exterior y en particular por la presencia de tropas en Afganistán, explicó que fomentará una “política madura de paz”.

   “Una política madura de paz debe ser juzgada en su complejidad y no por cada decisión. Sobre este punto no transijo pero estoy dispuesto a tomar decisiones posibles y realísticas que vayan hacia la paz”, dijo.

   “Nuestros soldados representan una cultura de diálogo y no de enfrentamiento”, aseguró Prodi, al prometer que su gobierno seguirá trabajando para la celebración de una conferencia internacional de paz, lo que fue interpretado como una respuesta a Verdes y Comunistas, contrarios a mantener tropas en Afganistán en vista de la ofensiva que prepara Estados Unidos para la primavera boreal.

   Prodi no quiso abordar un tema candente, que suscita la contrariedad de los sectores católicos, como es el de la legalización de las parejas de hecho tanto heterosexuales como homosexuales.

   El proyecto de ley sobre las uniones libres ya fue presentado en el Parlamento y se podría enredar en los vericuetos del Congreso, evitando así uno de los obstáculos más difíciles a superar, con la jerarquía de Iglesia católica en pie de guerra.

   En su breve discurso, el jefe de Gobierno no dejó de elogiar a las “comunidades italianas en el mundo”, un guiño a algunos senadores, como el ítalo-argentino Luigi Pallaro, elegido por la circunscripción Sudamérica, quien ya anunció que votará a favor de la continuidad por lo que dará la confianza a Prodi.

   El jefe de Gobierno definió 12 puntos “prioritarios e irrenunciables” con los dirigentes de su coalición para seguir legislando.

   El discurso de Prodi fue acogido fríamente por la oposición de derecha, entre ellos por el líder de Alianza Nacional (AN, derecha), Gianfranco Fini, quien lo calificó de “desconcertantemente insuficiente”.

   El margen de maniobra del gobierno es muy frágil debido a la falta de mayoría en el Senado, donde cuenta con sólo dos votos más y depende en agunas votaciones de los siete senadores vitalicios.

   Según los últimos cálculos, la mayoría de centroizquierda cuenta con 163 votos a favor contra 157 gracias al apoyo de los senadores vitalicios.

   Es posible que Prodi obtenga el miércoles el voto de confianza del Parlamento, aunque las divisiones y las divergencias dentro de la coalición no parecen aplacarse y podrían llevar al Ejecutivo a romperse.